Inflación al rojo vivo (4.42%), peso de acero: ¿Qué pasa en la economía mexicana?

México enfrenta inflación del 4.42% en mayo, la cuarta alza mensual y sobre la meta de Banxico. Sorprendentemente, el peso rompe récord frente al dólar. Descubre por qué te importa.
La economía mexicana presenta un panorama complejo y, en apariencia, contradictorio este 9 de junio de 2025. Mientras la inflación general anual se disparó por cuarto mes consecutivo hasta el 4.42% en mayo, superando nuevamente la meta del Banco de México, el peso mexicano exhibe una fortaleza notable, alcanzando nuevos mínimos del año frente al dólar estadounidense.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación mensual de 0.28% en mayo, llevando la tasa anual a 4.42%. Esta cifra se sitúa por encima del límite superior del rango objetivo del Banco de México (Banxico), que es del 3% con un margen de +/- 1 punto porcentual, marcando una tendencia preocupante para el poder adquisitivo de los mexicanos.
El detalle de los componentes de la inflación revela un aumento generalizado. La inflación subyacente, considerada un mejor indicador de la tendencia de los precios a mediano plazo al excluir los elementos más volátiles, también registró un incremento, situándose en 4.06% anual, frente al 3.93% de abril. Dentro de esta, los precios de las mercancías subieron 3.67% y los de servicios 4.49%.
Por su parte, la inflación no subyacente se aceleró de manera más pronunciada, alcanzando un 5.34% anual, un salto considerable desde el 3.76% del mes previo. Este comportamiento fue impulsado en gran medida por el alza en los precios de los productos agropecuarios, que se encarecieron un 6.76% a tasa anual.
Contrario a lo que podría esperarse en un escenario de inflación creciente, el peso mexicano ha demostrado una resiliencia sorprendente. Durante la jornada del 9 de junio, el tipo de cambio se cotizaba en niveles cercanos a los $19.05 – $19.08 pesos por dólar, marcando nuevos mínimos en lo que va del año y una apreciación significativa.
Esta fortaleza se atribuye principalmente a factores externos, como la debilidad generalizada del dólar estadounidense a nivel global, influenciada en parte por las políticas arancelarias de la administración Trump. También se menciona el «crecimiento de la economía mexicana» como un factor de soporte para la moneda local, aunque las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025 son modestas: la OCDE prevé un 0.4% , mientras que la encuesta CitiBanamex lo sitúa en 0.10%. Analistas consultados por Citi incluso prevén un cierre de 2025 aún más fuerte para el peso.
Esta divergencia entre una inflación interna al alza y un peso robusto sugiere que los flujos de capital, posiblemente atraídos por el fenómeno del nearshoring (aunque no detallado explícitamente en los reportes recientes) y las tasas de interés relativamente altas de Banxico (pese al recorte de 50 puntos base en mayo ), podrían estar jugando un papel preponderante en la cotización del tipo de cambio, por encima de los fundamentales inflacionarios a corto plazo.
El panorama económico se completa con otros datos que invitan a la cautela. La generación de empleo formal en México registró una caída del 58.8% durante los primeros cinco meses de 2025 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Ante este escenario y para evitar una posible degradación de la calificación crediticia del país, el gobierno ha anunciado que implementará recortes al gasto público.
En los mercados financieros, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) inició la semana con un leve retroceso de 0.27% en su principal indicador, el S&P/BMV IPC.
La combinación de una inflación persistente, una creación de empleo formal debilitada y la necesidad de recortes en el gasto público configura un entorno económico desafiante para el ciudadano promedio. Aunque la fortaleza del peso puede ofrecer ciertos beneficios, como importaciones más baratas y un respiro para deudores en dólares, su impacto en la economía familiar podría verse limitado si no se controla el alza de precios y no mejora el panorama laboral. El Banco de México enfrenta un complejo dilema en sus próximas decisiones de política monetaria.
La Verdad Yucatán