Mazón dimite por fin y señala a Sánchez

La dimisión anunciada ayer por el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, sólo unos días después del primer aniversario de la devastadora riada del 29 de octubre de 2024, culmina la depuración de responsabilidades políticas a nivel autonómico por lo sucedido. La consejera responsable del control de emergencias cuando se produjo la catástrofe, Salomé Pradas, fue cesada a finales de noviembre del año pasado por Mazón, quien sostuvo entonces que seguiría al frente del Ejecutivo autonómico para liderar la reconstrucción de las zonas afectadas.
Pero la presión social en su contra, como evidenciaron las duras recriminaciones de los familiares de las víctimas en el homenaje de Estado celebrado en Valencia hace una semana, han terminado forzando su final político. Ahora PP y Vox deberán ponerse de acuerdo para investir a un sucesor que culmine la legislatura, o de lo contrario se celebrarán elecciones anticipadas en marzo.
Mazón pidió perdón por los errores cometidos, sobre todo el día fatídico de la riada, aunque también señaló la culpabilidad del presidente del Gobierno, a quien acusó de no haber ayudado a la Comunidad Valenciana ni en los momentos más duros de la catástrofe ni posteriormente, lo que choca con los numerosos anuncios de Pedro Sánchez en sentido contrario.
Lo cierto es que ni él ni nadie de su gabinete ni de los organismos que dependen del mismo, principalmente la Confederación Hidrográfica del Júcar, han asumido ninguna responsabilidad por los clamorosos fallos cometidos en el control de la crecida del río y a la hora de trasladar esos datos al Ejecutivo valenciano.
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