La maldición de Hawking: pérdida repentina de fuerza en la mano: qué se esconde tras los primeros síntomas de la ELA

El desafío del cubo de hielo 2014: la gente se echó agua helada sobre la cabeza y lo publicó en las redes sociales. El motivo: generar conciencia y donaciones para la enfermedad ELA. El doctor Mimoun Azizi explica esta grave enfermedad, que muchos conocieron, entre otros, gracias al físico Stephen Hawking.
A menudo comienza con déficits neurológicos menores en la mano o el pie, que también pueden indicar muchas otras enfermedades neurológicas, pero en el caso de la esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, el resultado a largo plazo es una parálisis grave.
La ELA es una de las enfermedades neurodegenerativas del sistema nervioso motor. La causa aún no está clara. Los síntomas típicos incluyen pérdida de resistencia, fatiga muscular, calambres, reducción de la motricidad fina y trastornos del habla.
El neurólogo Dr. med. Mimoun Azizi, MA, ha sido el médico jefe gerente y director del Centro de Geriatría y Neurogeriatría en la Asociación de Hospitales del Suroeste (KVSW) desde el 1 de abril de 2025. También es especialista en psiquiatría y psicoterapia y tiene calificaciones adicionales en medicina de emergencia, geriatría y medicina paliativa. Autor de diversos libros y artículos especializados, posee también un máster en ciencias políticas y sociología, así como un máster en filosofía.
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad progresiva del sistema nervioso en la que las células nerviosas responsables del movimiento muscular se destruyen gradualmente. Los primeros síntomas suelen aparecer en los brazos o las piernas e incluyen debilidad muscular, espasmos musculares, calambres, falta de fuerza y problemas con la motricidad fina.
También puede presentarse rigidez muscular o dificultad para hablar, masticar y tragar. La enfermedad afecta principalmente a personas entre 50 y 70 años, siendo los hombres ligeramente más frecuentes que las mujeres. En casos raros también aparecen síntomas de demencia. A medida que la enfermedad progresa, la fuerza muscular continúa disminuyendo, incluidos los músculos respiratorios; muchos pacientes mueren de insuficiencia respiratoria, a menudo en el plazo de tres años. Sin embargo, también hay excepciones con tiempos de supervivencia más largos, como el astrofísico Stephen Hawking.
Actualmente no existe cura para la ELA, pero hay medicamentos y tratamientos sintomáticos disponibles. Medicamentos como el riluzol o (en algunos países) Radicava pueden retardar la progresión de la enfermedad, especialmente si se usan de forma temprana. Los controles regulares son importantes porque pueden ocurrir efectos secundarios.
La terapia sintomática tiene como objetivo aliviar los síntomas y mantener la calidad de vida durante el mayor tiempo posible. Estos incluyen ayudas, soporte respiratorio, alimentación a través de una sonda nasogástrica para dificultades para tragar y medicamentos para combatir la salivación excesiva. También se tratan síntomas psicológicos acompañantes, como depresión o ansiedad.
La fisioterapia, los masajes y la electroterapia también ayudan a favorecer la movilidad. Dado que muchos pacientes son menos activos, la profilaxis de la trombosis también es importante. En general, se necesita mucho apoyo individual e investigación continua para poder ayudar mejor a los afectados.
Este artículo proviene del Círculo de EXPERTOS , una red de expertos seleccionados con profundos conocimientos y muchos años de experiencia. El contenido se basa en evaluaciones individuales y está orientado al estado actual de la ciencia y la práctica.
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