El Ministerio de Salud ha actualizado el Procedimiento para la Determinación de la Gravedad del Daño a la Salud

La orden, aún vigente, establece que si, como resultado del daño causado, una persona sufre pérdida de la vista, el habla, la audición, la pérdida de cualquier órgano (pérdida de sus funciones), interrupción del embarazo, trastorno mental, drogadicción/toxicomanía o desfiguración permanente del rostro, la gravedad se determina de acuerdo con el párrafo 6. Este párrafo de la orden establece que “los daños en forma de abrasiones, hematomas o heridas que no resulten en problemas de salud a corto plazo o pérdida permanente leve de la capacidad general para trabajar se evalúan como daños que no causan daño a la salud humana”.
Tras la entrada en vigor de la orden actualizada, la gravedad del daño a la salud se determinará de conformidad con el párrafo 5. Esta clasifica el daño causado a la salud según su gravedad (daño grave, daño moderado y daño leve). Así, se consideran daños graves a la salud diversas lesiones intracraneales, heridas penetrantes, fracturas (por ejemplo, del hueso hioides, cartílago laríngeo, columna cervical, etc.), luxaciones, quemaduras térmicas, químicas, eléctricas o por radiación, congelación, shock grave y coma de cualquier grado.
Las consecuencias se considerarán daños a la salud de gravedad moderada en caso de un trastorno de salud a largo plazo o una pérdida permanente significativa de la capacidad laboral general en menos de un tercio. Los daños a la salud leves incluyen consecuencias como un trastorno de salud a corto plazo o una pérdida permanente leve de la capacidad laboral general.
La tabla de porcentajes de pérdida permanente de la capacidad laboral general indica que una de las consecuencias de la disfunción del antebrazo es una limitación marcada del movimiento en las articulaciones de la muñeca o el codo. El Ministerio de Salud ha decidido que, a partir de septiembre de 2025, la presencia de ambas limitaciones indicará este tipo de trastorno.
El Ministerio de Salud modificó por última vez el Procedimiento para la Determinación de la Gravedad de los Daños a la Salud en junio de 2025. La esencia de los ajustes es la siguiente: ahora es posible registrar los daños a la salud derivados de intervenciones médicas cuando existe un "defecto" en el tratamiento, y en el nuevo documento, el término se sustituyó por una "deficiencia" en la atención médica. Una cláusula aparte también describe las complicaciones posteriores a la intervención médica, donde se tendrá en cuenta la deficiencia específica en la atención médica del paciente. La orden también estará vigente desde septiembre de 2025 hasta septiembre de 2031.
El Ministerio de Salud de Rusia presentó un documento similar para debate público en noviembre de 2023. En ese momento, el departamento señaló la necesidad de actualizar las disposiciones, ya que la versión actual de la orden estaba desactualizada. Se preveía que el nuevo Procedimiento entrara en vigor el 1 de septiembre de 2024, pero dicho documento nunca se aprobó.
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