La exótica piscina natural de una playa de Cantabria: aguas cristalinas protegidas del oleaje

El norte de España es uno de los mejores lugares de todo el país para veranear, y es que además de tener una naturaleza extraordinaria y unas playas asombrosas, en toda la cornisa cantábrica también es posible encontrar algún que otro tesoro entre las bonitas localidades que hay repartidas por toda la región. En el precioso pueblo de Islares, que pertenece al pintoresco y turístico municipio de Castro Urdiales, se ubica una maravilla que no muchos conocen, pero que es toda una joya.
En la playa de Arenillas, una de las más concurridas de la zona, se encuentra una impresionante piscina natural en la que el Cantábrico no azota con tanta fuerza, ya que está protegida por formaciones rocosas. Este increíble lugar es perfecto para bañarse mientras se tienen unas vistas panorámicas excelsas de un paraje único, y por ello es una alternativa perfecta para hacer una excursión si se están pasando unos días en la región.
La impresionante piscina natural de ArenillaEsta increíble piscina natural se encuentra donde hace mucho tiempo se ubicaba el antiguo puerto, que se construyó en el año 1594 junto a la ría de Oriñón, aunque menos de dos siglos después quedó prácticamente en desuso. En la actualidad se ha convertido en una de las mejores piscinas naturales de Cantabria, ya que al estar protegida del oleaje, bañarse en ella es una experiencia de lo más relajante.
Enclavado en un maravilloso paraje de roca caliza, la cual se combina con el Cantábrico para formar una imagen de postal, este enclave es todo un tesoro natural que además está protegido por espolón del puerto medieval. Eso sí, aunque el mejor momento para zambullirse en ella sea en pleamar, acercarse a ella sea algo casi obligatorio si se está disfrutando de un día a orillas del mar en la playa de Arenillas.
Este lugar parece sacado de una película, pero la realidad es que se encuentra a menos de un kilómetro del casco urbano de Isleras, y se puede llegar a él tanto a pie como en coche. Por ello, si se tiene la oportunidad, hay que zambullirse en sus aguas para complementar una extraordinaria escapada por el norte de la Península Ibérica.
Además, al no estar muy lejos de la localidad de Castro Urdiales (el trayecto es de unos diez minutos por carretera), después de bañarse siempre es una buena opción ir al turístico municipio cántabro para disfrutar de los tesoros que alberga, ya que se trata de uno de los pueblos más bonitos de toda la comunidad autónoma.
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