¿Noroña deja abierta la puerta a continuar en el Senado?

La permanencia de Gerardo Fernández Noroña al frente de la Mesa Directiva del Senado sigue siendo una incógnita. Aunque su mandato concluye el próximo 31 de agosto, el legislador de Morena no descartó la posibilidad de buscar la reelección, al menos por un periodo adicional, o mantenerse en funciones hasta presidir la toma de protesta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el 1 de septiembre.
Durante su conferencia “La Lunera”, Noroña expresó que le gustaría encabezar la sesión inaugural del nuevo periodo legislativo. Para él, presidir ese acto tendría un significado especial, ya que representaría el cierre de un ciclo iniciado con las Elecciones Judiciales del 1 de junio.
“Si me dijeran: ‘Solo vas a estar el 1 de septiembre’, con eso es suficiente. Es un ciclo que nos tocó construir y cierra en este primer momento histórico fundamental. Para mí sería un enorme honor tomarle protesta al nuevo poder judicial”, afirmó.
Aunque su periodo termina oficialmente un día antes, la reelección es una posibilidad permitida por el reglamento del Senado, siempre y cuando no supere un periodo adicional.
En semanas anteriores, Fernández Noroña había asegurado que no pretendía permanecer un año más en la presidencia. Sin embargo, en su más reciente encuentro con medios, dejó entrever que el escenario podría cambiar.
“Todavía no sé si eso va a suceder… se están apuntando tantos que ya me están dando ganas de apuntarme”, dijo en tono irónico.
En la Cámara Alta, los acuerdos internos establecen que la Mesa Directiva se renueva cada año. La nueva presidencia deberá conducir las actividades legislativas durante dos periodos ordinarios de sesiones, comenzando el 1 de septiembre.
Respecto a quién debería sucederlo, Noroña señaló que lo más importante es el perfil del candidato, más allá de su género, orientación sexual o creencias. Añadió que la definición se tomará en la última semana de agosto, cuando se cierren las propuestas formales.El legislador reconoció que existe un amplio interés de sus compañeros para asumir el cargo, e incluso mencionó que conoce al menos a una senadora que ya ha manifestado su intención, aunque prefirió no revelar su nombre.
Fernández Noroña destacó que, durante su presidencia, ha evitado responder a las críticas de la oposición, privilegiando el diálogo institucional. Sin embargo, anticipó que una vez que retome su papel como senador, participará de forma más activa en los debates.Aseguró que su estilo combativo no cambiará:
“Con o sin cargo, siempre he defendido mis convicciones con firmeza”.
Para Noroña, dejar la presidencia del Senado no sería un retroceso, sino una oportunidad para enfocarse en otros objetivos políticos. Explicó que su agenda actual está condicionada por la exigencia del cargo, lo que le ha impedido recorrer el país con mayor libertad.
“Salir de la mesa directiva me da mucha libertad… ya no me convocarán con urgencia para asuntos que me obliguen a cancelar compromisos y reuniones con la gente”, expresó.
La definición sobre la continuidad de Fernández Noroña o el nombramiento de un nuevo presidente de la Mesa Directiva se conocerá en la última semana de agosto, justo antes del arranque del nuevo periodo legislativo.Aunque los acuerdos internos sugieren un relevo, el reglamento abre una ventana para la reelección, y el propio legislador dejó claro que no cierra la puerta a esa posibilidad.
La situación de Gerardo Fernández Noroña en el Senado refleja el equilibrio entre acuerdos políticos, reglas internas y aspiraciones personales. Su interés por presidir la sesión del 1 de septiembre tiene un fuerte valor simbólico, pero la decisión final dependerá de las negociaciones internas de Morena y de la voluntad del propio legislador.Por ahora, la incógnita permanece: ¿optará Noroña por concluir su gestión el 31 de agosto o buscará extender su mandato para cerrar su ciclo con un acto que considera histórico? La respuesta llegará en los días previos al inicio del nuevo periodo legislativo.
La Verdad Yucatán