Brasil subasta varios yacimientos petrolíferos de la Amazonia pese a protestas de ambientalistas e indígenas
BRASILANDIA, Brasil -- BRASILANDIA, Brasil (AP) — Brasil subastó el martes varios terrenos y sitios petroleros potenciales en alta mar cerca del río Amazonas , en su objetivo de expandir la producción en regiones sin explotar a pesar de las protestas de grupos ambientalistas e indígenas .
El evento tuvo lugar meses antes de que Brasil sea sede de las primeras conversaciones sobre el clima de la ONU, celebradas en la Amazonía . Los manifestantes que se manifestaron el martes frente al recinto advirtieron sobre los posibles riesgos que la extracción petrolera representa para los ecosistemas sensibles y las comunidades indígenas de la Amazonía.
Un hotel de lujo de Río de Janeiro albergó la subasta realizada por la Agencia Nacional del Petróleo. La mayoría de los 172 bloques petroleros en venta se ubican en zonas sin producción actual, como 47 emplazamientos en alta mar cerca de la desembocadura del río Amazonas y dos sitios tierra adentro en la Amazonia, cerca de territorios indígenas.
Diecinueve bloques offshore fueron adjudicados a Chevron, ExxonMobil, Petrobras y CNPC. Las compañías petroleras consideran la zona muy prometedora por sus características geológicas compartidas con Guyana, donde se han realizado algunos de los mayores descubrimientos petroleros offshore del siglo XXI.
Esta región se considera de alto riesgo potencial debido a las fuertes corrientes y la proximidad a la costa amazónica.
Bajo presión pública del presidente Luiz Inácio Lula da Silva , el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables, conocido como IBAMA, aprobó un plan de emergencia que permite a la estatal Petrobras realizar perforaciones exploratorias en un bloque cerca de la desembocadura del río Amazonas, el último paso para otorgar una licencia ambiental.
“Es lamentable y preocupante que se estén adquiriendo bloques en una cuenca que aún no ha recibido licencia ambiental”, dijo Nicole Oliveira, directora ejecutiva de la organización ambientalista sin fines de lucro Arayara, que intentó bloquear la subasta en los tribunales.
“Esta es una acción irresponsable de la Agencia Nacional del Petróleo y muy riesgosa para las empresas involucradas”, declaró Oliveira a The Associated Press. “Seguiremos litigando para impedir la firma de los contratos y la exploración de los bloques”.
La subasta finalizó con sólo 34 bloques petroleros adjudicados.
La agencia petrolera brasileña señaló que las primas por firmar contratos —pagos únicos realizados por las empresas ganadoras— ascendieron a 180 millones de dólares, un récord para subastas de este tipo. Un representante de la agencia indicó que la prima más alta correspondió a un bloque ubicado cerca de la desembocadura del río Amazonas, que generó un sobreprecio cercano al 3000%.
Oliveira participó en una protesta pacífica que reunió a unas 200 personas frente al lugar de la subasta, desde ambientalistas hasta líderes indígenas.
“Vinimos a Río para repudiar la subasta”, dijo Giovane Tapura, de los manoki, una tribu amazónica. “Nos hubiera gustado que nos consultaran y que se hicieran estudios sobre cómo la extracción petrolera podría afectarnos. Nada de esto se ha hecho”.
En una declaración de apertura grabada al inicio del evento, la Agencia Nacional de Petróleo de Brasil dijo que las subastas son parte de la estrategia de diversificación energética del país orientada a la transición hacia una economía baja en carbono y que los contratos firmados con las empresas ganadoras incluyen medidas para reducir la intensidad de carbono en las actividades de producción, así como inversiones obligatorias en proyectos de transición energética.
Brasil ha aumentado la producción de petróleo crudo, que se convirtió en el principal producto de exportación del país por primera vez el año pasado, superando a la soja.
La subasta forma parte del objetivo del gobierno federal de mantener e incluso ampliar la producción más allá de 2030, cuando se prevé que la producción de los bloques petroleros en exploración disminuya. Brasil obtiene la mayor parte de su electricidad de la energía hidroeléctrica y otras energías renovables.
Las conversaciones sobre el clima de la ONU se celebrarán en la ciudad de Belém , cerca de la desembocadura del Amazonas. Los críticos afirman que es una contradicción que el presidente de Brasil impulse una mayor producción de combustibles fósiles mientras intenta presentarse como un defensor del medio ambiente.
Claudio Angelo, jefe de política internacional del Observatorio del Clima, una coalición de 133 organizaciones ambientales, de la sociedad civil y académicas, dijo a los periodistas antes de la subasta que Brasil está socavando su propia posición de cara a las conversaciones sobre el clima y socavando los esfuerzos de protección climática.
“El gobierno brasileño está poniendo en peligro el futuro de todos, ya que la ciencia ha sido clarísima sobre la necesidad de detener la expansión de los combustibles fósiles en todo el mundo”, afirmó.
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El periodista de AP Diarlei Rodrigues contribuyó a este informe desde Río de Janeiro.
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