Intrum anticipa escenarios y riesgos para la economía nacional y europea en 2025

Intrum acaba de publicar la 13ª edición de su informe “Economía en foco”, que analiza las tendencias macroeconómicas para 2025. Las conclusiones indican que los recortes de tipos de interés continuarán, pero a ritmos diferentes; el ajuste fiscal podría desacelerar la recuperación económica; y los riesgos geopolíticos amenazan la estabilidad.
El informe destaca los retos y oportunidades que marcarán el año en curso y su impacto en la economía europea.
El análisis, dirigido por la economista senior de Intrum Anna Zabrodzka-Averianov, apunta a un crecimiento económico débil, impulsado principalmente por el consumo de los hogares, pero condicionado por la situación internacional. La inflación persistente, la desaceleración del crecimiento económico y la incertidumbre geopolítica global se destacan como variables determinantes del desempeño económico de Portugal y de Europa.
La firma de cobro de deudas cree que la economía global enfrenta un nuevo ciclo, en el que la trayectoria de la política monetaria parece relativamente predecible, pero la recuperación económica sigue envuelta en incertidumbre. La continuación de la flexibilización de los tipos de interés del Banco Central Europeo, que comenzó en 2024, podría estimular el consumo y la inversión, pero el impacto de esta medida dependerá del contexto macroeconómico mundial.
“Entre los principales desafíos identificados por el informe están las incertidumbres geopolíticas, que siguen siendo una variable crítica en la ecuación económica global. “El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la inestabilidad política en países clave como Alemania y Francia, y los conflictos en curso en Ucrania y Oriente Medio son algunos de los factores que podrían influir significativamente en los mercados y la confianza de los inversores”, considera Intrum.
Según Anna Zabrodzka-Averianov, “si bien parece segura una recuperación lenta de la economía mundial para 2025, las incertidumbres geopolíticas y los desafíos económicos continúan nublando las perspectivas, dando lugar potencialmente a riesgos significativos y oportunidades de crecimiento”.
Crecimiento débil y recortes de tasas de interés
Intrum cita proyecciones del FMI que dicen que se espera que la economía de la eurozona crezca un 1,2% en 2025, en comparación con el 0,8% estimado para 2024.
El crecimiento, todavía modesto, estará condicionado por desafíos estructurales, como el envejecimiento de la población y el débil aumento de la productividad. Además, los gobiernos europeos se enfrentan al dilema de consolidar unas finanzas públicas debilitadas por el estímulo económico de los últimos años, lo que limita el alcance de las políticas fiscales expansivas.
La consolidación fiscal prevista para 2025 surge como respuesta al fuerte estímulo económico proporcionado por los gobiernos europeos en los últimos años, especialmente durante y después de la pandemia y la posterior crisis del coste de vida.
Con las finanzas públicas debilitadas, los gobiernos se verán obligados a reducir el gasto en el futuro cercano para evitar perder la confianza de los inversores en su capacidad de mantener la estabilidad fiscal. Goldman Sachs predice que esta fase de restricción fiscal podría durar hasta 2027.
Dos posibles escenarios para 2025
El informe “Economía en Foco” presenta dos escenarios distintos para el desarrollo de la economía mundial a lo largo del año. Un escenario positivo compuesto por un crecimiento impulsado por el consumo y una inflación controlada; para la reducción de las tensiones geopolíticas y la estabilización de las relaciones comerciales; mediante la gestión efectiva de las tasas de interés, permitiendo la recuperación del consumo y la inversión; mejorar las cadenas de suministro y la estabilidad de los mercados energéticos; y la innovación tecnológica impulsa la productividad y el crecimiento sostenible.
El escenario negativo incorpora una inflación persistente y un crecimiento estancado. Pero también un aumento de las tensiones geopolíticas, agravamiento de los conflictos e impactos en los flujos comerciales. También incluye políticas proteccionistas que socavan la cooperación global; el fracaso de los bancos centrales a la hora de contener la inflación limitando los recortes de los tipos de interés; y el creciente desempleo y las dificultades económicas en sectores estratégicos.
El informe de la empresa que compra deudas impagadas considera que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría redefinir las relaciones comerciales globales, con un potencial aumento del proteccionismo, en particular a través de la imposición de aranceles a las importaciones chinas.
El estudio habla de los riesgos de una nueva guerra comercial, que podría desestabilizar las cadenas de suministro y penalizar el crecimiento económico global. Además, la inestabilidad política en Alemania y Francia amenaza la cohesión de la Unión Europea, mientras que los conflictos en Ucrania y Oriente Medio siguen provocando perturbaciones en los mercados energéticos y alimentando la incertidumbre económica.
El año 2025 será decisivo para la evolución de la economía global, con oportunidades de recuperación económica, pero también importantes riesgos, concluye Intrum.
“A medida que los bancos centrales buscan equilibrar la flexibilización monetaria con el control de la inflación, las empresas y los inversores deberán estar preparados para responder rápidamente a los cambios en el entorno económico y geopolítico”, afirmó la firma.
Para Luís Salvaterra, director general de Intrum en Portugal, sostiene que “los retos y oportunidades presentados en el último informe 'Economy in Focus' de Intrum tienen un impacto directo en la economía portuguesa”.
“A pesar de la ligera aceleración del crecimiento prevista para la eurozona en 2025, Portugal sigue enfrentándose a desafíos estructurales, como la baja productividad, que se mantiene en el 74% en comparación con la media europea, y el envejecimiento de la población, que pueden limitar el dinamismo económico. Por otra parte, la evolución de la inflación y la política monetaria serán decisivas para el poder adquisitivo de las familias y la competitividad de las empresas nacionales. En Intrum, seguimos de cerca el impacto de estas dinámicas en el tejido empresarial portugués, especialmente en la capacidad de las empresas para gestionar el riesgo de crédito y mantener su liquidez”, afirma el gestor de créditos de difícil recuperación.
jornaleconomico