La importancia de las habilidades y las personas
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El informe sobre el Futuro de los Empleos 2025, presentado por el Foro Económico Mundial el pasado enero, pronostica un escenario de transformación de las habilidades que serán más valoradas en el mercado laboral en 2030. Para muchos de nosotros parece obvio que, en medio de tantas transformaciones que venimos presenciando, este cambio es un ajuste previsible y natural, pero lo cierto es que se trata claramente de una necesidad.
El informe, que extrae sus conclusiones de una encuesta a más de 1.000 empleadores, que representan a más de 14 millones de trabajadores y alrededor de 55 economías de todo el mundo, presenta los cinco factores determinantes de la transformación del mercado laboral, a saber: los cambios tecnológicos, la fragmentación geoeconómica, la incertidumbre económica, los cambios demográficos y la transición ecológica.
Por tanto, se espera que alrededor del 40% de las principales competencias requeridas en el mercado laboral se transformen o incluso se vuelvan obsoletas de aquí a 2030. Sin embargo, el mismo informe destaca cierta mejora en términos de cualificaciones, con evidencia de un número creciente de trabajadores que invierten en recualificación y mejora de sus competencias (50% frente al 41% en 2023), lo que demuestra una conciencia de la necesidad de invertir en formación continua, permitiendo a las empresas anticipar y gestionar sus necesidades futuras.
Lo cierto es que el informe destaca la falta de habilidades, identificada por el 63% de los empleadores encuestados como la principal barrera para la transformación de las empresas. En respuesta a esta tendencia, las empresas planean priorizar la mejora de las cualificaciones, con alrededor del 85% de los encuestados anticipando esta estrategia como la principal forma de adaptación, seguida de la automatización de procesos y tareas (73%) y, en tercer lugar, el ajuste de la composición de su fuerza laboral contratando nuevos recursos con las habilidades adecuadas para responder a las nuevas necesidades (70%).
Los cambios tecnológicos que venimos presenciando con impactos visibles en los modelos de negocio de las empresas hacen urgente que éstas integren estrategias de desarrollo de habilidades que las empoderen y, al mismo tiempo, les brinden flexibilidad. Es interesante notar que las habilidades tecnológicas serán claramente habilidades que experimentarán un rápido crecimiento, pero que serán complementadas por otras habilidades (no tecnológicas) como la creatividad y la resiliencia, la flexibilidad y la agilidad, así como la curiosidad y el aprendizaje permanente.
Si pensamos en las que serán consideradas competencias core en 2030, entonces hay que añadir también otras, como el liderazgo y la influencia social, la curiosidad, el pensamiento analítico, la gestión del talento y la motivación y el autoconocimiento, todas ellas, curiosamente, también humanas.
Vale la pena decir que en medio de tantos (y rápidos) cambios tecnológicos, las habilidades centradas en las personas siguen siendo un elemento central de resiliencia, adaptación y empoderamiento de las empresas.
jornaleconomico