Septiembre Dorado: La historia de Ania, quien confió en su intuición y salvó su salud

Septiembre se celebra mundialmente como el Mes de Concientización sobre el Cáncer Infantil. La campaña, conocida como Septiembre Dorado, fue lanzada en 2010 en Estados Unidos por el presidente Barack Obama y ha ido cobrando impulso desde entonces. En Polonia, desde 2022, el portal onkologia-dziecieca.pl ha iniciado y organizado actividades de Septiembre Dorado.
La campaña busca concienciar a la población sobre el cáncer infantil, promoviendo el reconocimiento temprano de los síntomas, la prevención y el cribado. Cada año, un niño muere de cáncer cada tres minutos en todo el mundo. En Polonia, el cáncer es la segunda causa principal de muerte en niños mayores de un año, después de las lesiones y los accidentes.
El color dorado simboliza fuerza, valentía y perseverancia, cualidades atribuidas a los niños que luchan contra el cáncer. También simboliza que la salud y la vida de los niños son invaluables, tan preciadas como el oro.
Aunque los cánceres infantiles representan sólo el 1% de todos los cánceres, la enfermedad progresa de forma especialmente dinámica en este grupo de edad.
Los más comunes son:
- leucemias: aproximadamente el 30% de todos los cánceres infantiles (con mayor frecuencia leucemia linfoblástica aguda – LLA),
- tumores cerebrales y del sistema nervioso central,
- sarcomas: cánceres de tejidos blandos y huesos,
- linfomas: cánceres del sistema linfático (Hodgkin y no Hodgkin),
- tumores de células germinales, incluido el tumor de Wilms, el neuroblastoma y el retinoblastoma.
Gracias a los avances médicos, la tasa de supervivencia de los niños en Polonia es ahora del 80 al 85%, y para algunos tipos de cáncer, como el tumor de Wilms, incluso supera el 90%.
Uno de los elementos clave de la campaña es la concienciación sobre el cáncer: la capacidad de reconocer los primeros síntomas que podrían indicar la presencia de cáncer. Los síntomas pueden ser inespecíficos, lo que dificulta el diagnóstico. Entre los signos que deberían generar conciencia se incluyen: fatiga y debilidad crónicas, ganglios linfáticos inflamados persistentemente, dolor óseo y articular (especialmente nocturno), dolores de cabeza crónicos con vómitos, pérdida repentina de la visión, hematomas y petequias inexplicables, pérdida de peso y retraso del crecimiento.
La historia de Ania, que ahora tiene 19 años, muestra lo importante que es estar alerta y confiar en la propia intuición.
Ania tenía 12 años cuando comenzó a experimentar dificultad para respirar y una tos que inicialmente parecía un resfriado común.
"Me quedé sin aliento incluso después de una corta caminata. Al regresar de la tienda, tuve que parar porque sentía que me iba a asfixiar", recuerda.
Los síntomas remitieron temporalmente durante las vacaciones, pero regresaron con más fuerza al regresar.
Fue solo la vigilancia de su madre, que la ayudó a atar cabos, lo que finalmente la llevó al médico. Un simple hemograma levantó serias sospechas y envió a Ania a un hospital de Biała Podlaska para que le realizaran más diagnósticos, y luego a Lublin.
Ese mismo día, recibimos una llamada diciendo que era necesario repetir los resultados. Sentí miedo, pero también agradecí que alguien lo hubiera notado a tiempo”, cuenta.
La fatiga, la tos o la dificultad para respirar se explican fácilmente por el estrés o una infección, pero en el caso de Ania, estos fueron los primeros signos de cáncer.
"Hoy sé que cada uno de nosotros conoce mejor su propio cuerpo. Si sientes algo diferente a lo habitual, no esperes. Habla, pregunta, ve al médico", insta.
La enfermedad cambió no sólo su salud, sino también sus planes de vida.
"Siempre soñé con diseñar moda, pero durante el tratamiento me di cuenta de que quería estudiar medicina. Quiero ser para los demás el tipo de persona que los médicos fueron para mí", enfatiza.
Los organizadores de la campaña nos recuerdan que el tiempo apremia: cuanto antes se detecte la enfermedad, mayores serán las posibilidades de recuperación. Por ello, Septiembre Dorado se centra en educar a padres y tutores, fomentar las pruebas preventivas, brindar apoyo psicológico y social a las familias y promover un estilo de vida saludable.
Todos pueden formar parte de esta iniciativa: los padres supervisando la salud de sus hijos, las escuelas mediante eventos educativos, los médicos difundiendo la concienciación y la sociedad entera apoyando campañas y participando en actividades.
Septiembre Dorado no es solo una campaña educativa, sino un símbolo de comunidad, esperanza y la lucha por la salud infantil. La historia de Ania nos recuerda que incluso una sola señal del cuerpo puede salvar una vida. Por lo tanto, si sientes que tu cuerpo te envía señales preocupantes, no esperes. Cuéntaselo a tus padres, a un amigo o a un médico. Cada hemograma, cada información compartida sobre la campaña y cada gesto de apoyo a la familia de un niño enfermo importan.
Juntos podemos garantizar que cada vez más niños regresen a una vida normal después de completar el tratamiento.
Autor: Onkologia-dziecięca.pl
politykazdrowotna