Ella creyó que la llamada era del banco. El dinero había desaparecido.

Cuando sonó el teléfono, no tenía ni idea de que era el comienzo de una experiencia muy desagradable. Una residente de 36 años de nuestro distrito recibió una llamada de un hombre que se hizo pasar por empleado de banco.
El hombre habló con calma y naturalidad, como hacen los asesores. Explicó que se habían detectado transacciones sospechosas en su cuenta y que todo apuntaba a un intento de fraude. Su tono era serio.
El supuesto banquero me informó que mi dinero estaba en riesgo y que debía presentar una queja de inmediato. Me dio una dirección de correo electrónico, desvió la llamada al departamento de quejas y me aseguró que, si no actuaba con rapidez, podría perder todo mi dinero. El siguiente hombre que contestó el teléfono confirmó: las cuentas y tarjetas serían bloqueadas, pero esto se podía evitar.
La mujer estresada siguió las instrucciones. Paso a paso, ingresó sus datos, confirmó las transferencias y transfirió fondos a la supuesta "cuenta técnica". Le habían dicho que era una solución segura y temporal. Manipulada y confundida, creyó que estaba protegiendo sus ahorros. El estafador incluso le proporcionó un número de teléfono directo para desbloquear la nueva cuenta.
Mientras lo hacía, una voz le habló, esta vez la de un empleado del banco. Las palabras que escuchó fueron como un jarro de agua fría: «Te han estafado». Casi 22.000 zlotys habían desaparecido de su cuenta.
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