Trump amenaza con duplicar los aranceles a España en medio del conflicto por el gasto de la OTAN

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó el miércoles con duplicar los aranceles a España, citando la renuencia de Madrid a igualar el compromiso del 5 por ciento en gasto de defensa hecho por otros miembros de la OTAN.

En una conferencia de prensa tras la clausura de la cumbre anual de la OTAN en los Países Bajos, Trump criticó la negativa de España a invertir el 5 por ciento de su PIB en defensa, afirmando que negociaría directamente con España e incluso sugiriendo la imposición de más medidas arancelarias para compensar la diferencia.

“Vamos a negociar un acuerdo comercial con España para que paguen el doble”, advirtió el presidente estadounidense, añadiendo que es “el único país de todos los demás que se niega a pagar”.

LEA TAMBIÉN: Por qué España se opone a las exigencias de Trump de un gasto del 5% para la OTAN

Los informes en la prensa española sugieren que esto podría ocurrir al final del período de gracia de 90 días otorgado por Trump para los aranceles recíprocos en julio.

"No sé cuál es el problema", añadió. "Es una lástima. Así que lo solucionaremos. Estamos negociando un acuerdo comercial con España y les vamos a hacer pagar el doble. Lo digo en serio".

España es un "gran lugar y un gran pueblo", añadió Trump. "Tendrán que devolvernos el favor con el comercio porque no voy a permitir que eso ocurra. Es injusto".

Trump también habló de la economía española, que ha tenido un desempeño excepcionalmente bueno en el período pospandémico en comparación con otras economías occidentales. Ese progreso, insinuó, podría verse afectado por las medidas arancelarias.

Lo que han hecho es realmente tremendo. Son el único país que se mantendrá en el 2%. Su economía va muy bien y podría quedar devastada si eso sucede, dijo Trump.

Los líderes de la OTAN se comprometieron en la cumbre de La Haya a alcanzar el objetivo de gasto del 5 por ciento para 2035. El texto fue suavizado después de que Sánchez expresara la semana pasada su negativa a cumplir el objetivo, y el primer ministro español ha afirmado que, incluso con un presupuesto menor, España es capaz de cumplir los objetivos militares fijados por la OTAN.

El escepticismo español hacia el gasto de defensa puede explicarse en parte por la geografía, tanto en términos de distancia física de Rusia como de defensas naturales como cadenas montañosas y cobertura costera, pero también debido al hecho de que el gobierno de Sánchez es uno de los pocos gobiernos de tendencia izquierdista en el escenario mundial.

España, por ejemplo, ha sido especialmente vocal en la crisis de Medio Oriente y reconoció al Estado palestino el año pasado, y Sánchez ha cuestionado el aumento del gasto militar a expensas del estado de bienestar.

Sánchez afirmó previamente haber logrado un acuerdo con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, para quedar exento del objetivo del 5%, al menos a corto plazo. Rutte lo rechaza. Habrá otra revisión del gasto en 2029.

Por ahora, parece que Trump quiere que España pague por ello a cualquier precio. Sin embargo, no está nada claro si Estados Unidos puede imponer aranceles específicos a España. El ministro de Economía español, Carlos Cortés, ha reiterado que la Unión Europea es una unión aduanera y que será Bruselas quien negocie con Estados Unidos, y no directamente con Sánchez o España, como sugirió Trump.

En la cumbre, Sánchez evitó saludar a Trump y en la foto de líderes mundiales estaba visiblemente apartado, apareciendo aislado.

Sin embargo, aunque la mayoría de los líderes internacionales temerían una guerra de palabras con el presidente estadounidense, el incómodo contexto político interno de Sánchez significa que el primer ministro español puede en realidad dar la bienvenida a una distracción internacional.

Con su círculo íntimo envuelto en escándalos de corrupción , Sánchez probablemente agradecerá algo de oxígeno político al estar en el extranjero y hablar de algo más que acusaciones criminales contra su gobierno.

También está interesado en que sus aliados de izquierda, en particular su socio de coalición Sumar, pero también Podemos y Esquerra Republicana de Catalunya, lo vean impulsando una postura anti-OTAN para apuntalar el apoyo y capear la tormenta de escándalos ante cualquier potencial voto de confianza en su contra.

LEA TAMBIÉN: El presidente del Gobierno niega que los socialistas gobernantes estén financiados por la corrupción