Las razones que convierten al Barça en un equipo inquebrantable

Resiliencia, locura y remontada final. El guion de lo que se vio en el campo del Levante, donde el Barça ganó 2-3, no es nuevo ni para Hansi Flick ni para el barcelonismo. La temporada pasada, las nueve remontadas que asumió el Barcelona entre todas las competiciones consolidaron al equipo como uno de los más tenaces de su historia. Algunas fueron tempraneras, como la final de la Supercopa de España, donde el Barça empezó perdiendo 0-1 pero dio la vuelta al partido en apenas 40 minutos para certificar un 5-2 con tantos de Lamine Yamal, Lewandowski, Raphinha (2) y Balde.
Otras fueron casi imposibles, como la de Lisboa en la Champions. En un final de infarto, el Barça remontó un 4-2 del Benfica con tres goles de Lewandowski, Eric Garcia y Raphinha, ya en el 96 (4-5). También hubo lugar para la épica que llevó al equipo a la gloria, como la final de la Copa del Rey en Sevilla. El Barça fue perdiendo por 2-1 ante su eterno rival y alzó la Copa con Koundé de héroe, tras anotar el 3-2 en el minuto 116 de la prórroga.
El técnico impulsa un grupo competitivo con más rotaciones, sobre todo en la delantera y el centro del campoSin olvidar el 2-4 del Metropolitano en Liga, con un 2-0 en contra en el minuto 70, el partido ante el Levante recordó a muchos al clásico liguero de Montjuïc, por el guion y por algunas decisiones del árbitro Hernández Hernández. En Montjuïc, en mayo, el triunfo barcelonista se catalogó de remontada sin precedentes: tras dos goles tempraneros de Mbappé, el Barça revertió el marcador antes del descanso gracias a Eric Garcia, Lamine Yamal y un doblete de Raphinha. Fue la primera vez que el equipo revertía un 0-2 para irse al descanso ganando con dos goles de ventaja, a pesar de decisiones polémicas del colegiado, que no atendió la sugerencia del VAR por unas manos de Tchouaméni dentro del área que amortiguaron un disparo de Ferran en el 80.
Lee tambiénEn el Ciutat de València, en una acción similar, el árbitro no dudó en señalar, a instancias del VAR, la pena máxima por un impacto del balón en las manos de Balde tras un disparo de Morales. Y el Levante anotó el 2-0. Aun así, en 45 minutos, con un motivado Lamine Yamal, el Barça revirtió el marcador y se llevó los tres puntos demostrando que sigue siendo inquebrantable este curso.

Hansi Flick conversando con su plantilla en una de las pausas de hidratación en el Ciutat de València
Alberto Saiz / Ap-LaPresseSin embargo, hay algunas variantes. El manual del Barça de Flick 2.0 contempla que muchos rivales presenten defensas pobladas para neutralizar la magia de Lamine y compañía. El técnico alemán busca alternativas para sorprender, presentando un equipo más ordenado, cabal y pensativo, pero que mantenga ese espíritu inconformista y esa locura rebelde para, si es necesario, firmar nuevas remontadas.
Sin De Jong, Flick cambió el esquema y en el descanso hizo los cambios oportunosEn el Ciutat de València, sin De Jong, que se quedó en Barcelona tras ser padre por segunda vez, Flick experimentó con Lamine Yamal y Rashford abriendo el campo por las bandas y con Raphinha situado en la mediapunta. Con ello, el técnico quiso reivindicar su confianza en Casadó situándolo en el once. Pudo apostar por Gavi. Pero, de paso, lanzó un mensaje para aquellos que le situen en la rampa de salida. “Cambiamos algo la estructura y necesitamos un poco más de posición en defensa”, apuntaba. Aun así, el equipo encajó dos goles y al descanso, Flick regresó a los orígenes para iniciar la remontada: sentó a Rashford, recolocó a Raphinha en el extremo y llamó a Gavi, Olmo y Koundé —que si bien el año pasado solo descansaba cuando llegaba tarde, ahora tiene una sana y celebrada competencia con Eric Garcia—. Los tres jugadores fueron suplentes por segundo partido consecutivo, porque este año la competencia es más intensa.
El Barça lo dio todo para ganar, con hasta 26 disparos y 699 pases buenos ante los 93 del enrocado Levante. A falta de un cuarto de hora, Flick se la jugó con defensa de tres –porque Gerard Martín sigue sin estar inscrito– y un doble 9 dando entrada a Lewandowski. El polaco no marcó, pero sí lo hizo un enrachado Ferran Torres, que, en el año de castings para relevar a Lewandowski, igualó el marcador tras el tanto de un superlativo Pedri y antes de que Lamine Yamal recordase a los rivales que más vale no hacerle enfadar.
Al igual que a Flick, que de cara al partido contra el Rayo del domingo –cuando falten 24 horas para el cierre del mercado– espera ya contar con su polivalente Gerard Martín, con Szczesny y, si caben, con Roony y un Marc Bernal que podría ser inscrito con el filial.
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