Attal quiere distanciarse de la derecha y poner en debate la legalización de la gestación subrogada

El arte de anticipar su regreso político. Un año después de una disolución impactante que lo dejó atónito —aún no ha hablado con Emmanuel Macron, según su entorno—, Gabriel Attal pretende hacerse un nombre. Tras permanecer en la tribuna desde que dejó Matignon, el secretario general de Renaissance volverá a alzar la voz durante un discurso de regreso a clases ante sus tropas, los días 20 y 21 de septiembre en Arras (Pas-de-Calais). «El reto será decir que se pasa página», advierte un responsable del partido. Para ello, nada mejor que lanzar una propuesta divisiva: la legalización de la gestación subrogada (GPA).
«La idea es alcanzar un GPA ético», explica Renaissance . «La cuestión de la financiación y la remuneración de las madres subrogadas es, sin duda, central». El tema debería ser objeto de una convención temática interna del partido, que será sometida a votación de los afiliados. El ex primer ministro ya ha puesto en marcha convenciones este invierno sobre la cuestión soberana, la economía, los asuntos sociales y el medio ambiente.
Libération