La startup francesa Startmining quiere impulsar su estrategia criptográfica

Con el verano a punto de terminar, Saimi Barragan, fundadora y CEO de Startmining, empresa de minería de criptomonedas con sede en Seynoise, volverá a difundir el mundo de las criptomonedas en un evento nacional, concretamente en el evento europeo sobre NFT y Web3, Shaka, en Biarritz. Una nueva oportunidad para debatir los retos de esta actividad, que consiste en utilizar la potencia de cálculo de un grupo de ordenadores para validar transacciones de criptomonedas mediante la creación de nuevos "bloques" integrados en la blockchain específica de cada criptomoneda, cuyo pago se realiza, en su totalidad, en criptomonedas para los titulares de dichas máquinas.
«En Francia, el gobierno tiene dificultades para abordar este problema, ¡aunque es eminentemente político!», enfatiza el emprendedor cuya startup, fundada en 2019, a pesar de ser pionera en el sector, crece, en su opinión, a un ritmo mucho más lento que sus homólogas estadounidenses. ¿El motivo? « En Estados Unidos, están directamente conectadas con las grandes compañías energéticas y pueden beneficiarse de electricidad a muy bajo coste», analiza el director de una de las joyas de la tecnología francesa en Toulon.
Exceso de electronesEl debate sigue creciendo en Francia, silenciosamente, en torno a la idea de instalar granjas mineras -esos centros informáticos que calculan utilizando enormes cantidades de energía, para funcionar y también para refrigerarse-, directamente en los sitios de las centrales nucleares, con vistas a beneficiarse de una electricidad de muy bajo costo, en este caso el excedente de electrones que la red no siempre puede absorber y que no se puede almacenar.
Agrupados en asociaciones que promueven su actividad, los actores de la minería están llevando esta idea al límite. Como el Instituto Nacional del Bitcoin, creado hace unos meses, al que Startmining se dispone a unirse. «Hoy en día, el coste de producción del bitcoin (una de las criptomonedas, cuyo valor actual ronda los 100.000 euros, nota del editor) varía mucho según el país y el precio de la energía. En Francia, ronda los 150.000 dólares, mientras que en Islandia es de 50.000. Y sabiendo que una máquina genera 250 dólares al mes, o 3.000 al año, una flota de 30 máquinas tardaría un año en producir un bitcoin a ese precio», resume Saimi Barragan, quien, al igual que sus colegas, reclama el acceso a la electricidad en Francia a una tarifa de 6 céntimos por kW y vigila de cerca el problema del exceso de producción.
La startup con sede en Seyne no opera minas en Francia, sino únicamente en Islandia, donde la energía es abundante y muy barata, y donde emplea a unas quince personas; y en Estados Unidos, donde cuenta con una decena de empleados. Y próximamente en Marruecos.
Parque solar en MarruecosNos asociamos con una empresa energética que opera 47 hectáreas de paneles fotovoltaicos. Se trata de un proyecto de 10 millones de euros para 10 MW. El 99 % de la energía producida se destinará a la minería y el 1 % restante se pondrá a disposición de forma gratuita para los agricultores locales, que cultivan un rosal. Startmining se encarga de la minería, ofreciendo potencia de procesamiento a los clientes de la explotación», resume el emprendedor, quien también ha abierto un nuevo departamento para rentabilizar el acceso a la electricidad.
Con sede en Islandia, ofrece servidores a empresas que utilizan IA y requieren alta potencia de procesamiento. «Desde diciembre, esta actividad ya ha generado 1,5 millones de euros, de un total de 7 millones generados por nuestros equipos. Hay que entender que el modelo no es el mismo: una máquina de minería cuesta 5.000 euros y consume 200 euros al mes, mientras que una máquina de IA cuesta 300.000 euros. A los clientes les preocupa menos el precio de la electricidad, por lo que utilizamos un marketplace donde conectamos a nuestros clientes inversores con empresas que buscan potencia de procesamiento disponible».
Ahora más que nunca, el acceso a electricidad barata es un problema. Los políticos deberían asumir una mayor responsabilidad al respecto, opina el líder de la industria minera del Var. El pasado junio, en la Asamblea Nacional, el grupo RN —que incluía a unos diez diputados del Var y la región de Maralpin— presentó una enmienda, rechazada por razones de procedimiento, destinada a promover el establecimiento de parques mineros en emplazamientos de centrales nucleares.
En Normandía, el centrista Hervé Morin lidera un proyecto para una granja cerca del EPR de Flamanville. Sin embargo, el tema dista mucho de ser consensuado. Entre las malas señales: el 11 de agosto, EDF anunció la venta del 64% de las acciones de su filial de criptomonedas Exaion al grupo estadounidense Mara Holdings. La primavera pasada, el subdirector general de Bpifrance consideró improbable la idea de utilizar el excedente de producción de las centrales nucleares para la minería. Sin embargo, la industria pretende volver a someterlo a debate, apoyándose en la presión de oradores experimentados, como Saimi Barragan, del Var.
Nice Matin