Trump mantiene la presión sobre la Fed, dispuesto a recortar las tasas


Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
El presidente de la Reserva Federal (Fed) expresó el viernes su disposición a un próximo recorte de tipos de interés, una medida fuertemente defendida por Donald Trump que no ha aliviado la presión sobre los banqueros centrales estadounidenses. Estados Unidos se acerca al punto en que la Fed tendrá que bajar sus tipos de interés para impulsar el empleo, declaró Jerome Powell en un esperado discurso en las reuniones anuales en Jackson Hole, Wyoming (oeste).
El jefe de la institución monetaria, que se acerca al final de su mandato, es constantemente insultado por el presidente estadounidense, que quiere ver caer rápidamente los tipos de interés y reestructurar el consejo de gobierno para hacerlo más acorde con su visión de la economía.
Donald Trump aseguró el viernes que estaba dispuesto a destituir a Lisa Cook, la primera gobernadora de la Reserva Federal (Fed), si no renunciaba. Lisa Cook, la primera mujer afroamericana nombrada para este cargo, está acusada por un allegado del republicano de haber falsificado documentos para obtener una hipoteca. "Lo que hizo está muy mal, así que la despediré si no renuncia", declaró Donald Trump durante una rueda de prensa en Washington.
Desde Wyoming, Jerome Powell ha evitado cualquier comentario político, limitándose a los límites de su mandato: fijar los tipos de interés de la Fed para que la inflación se mantenga estable (alrededor del 2%) y el pleno empleo esté asegurado.
Sin embargo, los aranceles implementados por el multimillonario republicano desde su regreso a la Casa Blanca están sacudiendo la economía estadounidense, que se ha desacelerado significativamente en los últimos meses. No se puede descartar un rápido deterioro del mercado laboral estadounidense, lo que podría justificar una flexibilización de la política monetaria y, por ende, de los tipos de interés, señaló Jerome Powell. Añadió que la Reserva Federal se encontraba en una situación delicada, ya que los nuevos impuestos a los productos importados están comenzando a repercutir simultáneamente en los precios que pagan los consumidores, con el riesgo de reactivar la inflación. «El impacto de los aranceles en los precios al consumidor es ahora claramente visible», subrayó.
En teoría, el riesgo de un aumento repentino de la inflación anima a los bancos centrales a, al menos, mantener sin cambios sus tipos de interés clave. Pero si consideran que es necesario apoyar la actividad económica para evitar despidos, tienden a bajar los tipos, lo que influye en el coste del crédito para empresas y particulares. «Los riesgos para el mercado laboral están aumentando. Y si estos riesgos se materializan, pueden traducirse rápidamente en un aumento de los despidos y el desempleo», observó Jerome Powell.
El presidente de la Reserva Federal nunca se compromete firmemente con una tendencia, pero una de sus misiones es gestionar las expectativas del mercado indicando la dirección que podrían tomar las próximas decisiones del banco central. En este caso, su discurso fue interpretado por los inversores como una forma de preparar el terreno para un recorte de tipos en septiembre.
20 Minutes