Simona Kossak, la odisea de las especies

La joven, menuda y de larga melena trenzada, abraza a un gran cuervo. Pico en boca, cámara en mano. En un bosque invernal, la volvemos a ver, con abrigo forrado de piel y chapka, una mirada al fotógrafo, paseando con ciervos. No sabemos quién sigue al otro. ¿Obedecen los animales salvajes a su dueña? ¿O es la mujer que acompaña a la manada y sale a pasear por el bosque? Unos años después, su cabello al estilo de los años 70 está cortado, su rostro marcado, los ojos cerrados, en contacto con el pelaje de este joven lince, cabeza con cabeza, piel con piel. La vemos respirar el aroma y la calidez del animal, en un abrazo de gran ternura.
Esta joven es Simona Kossak (1943-2007), bióloga, zoóloga y profesora dedicada a la ecología del comportamiento y la preservación de los ecosistemas naturales. Nació en Cracovia en el seno de una numerosa familia de artistas; su abuelo, padre, tías y hermana fueron pintores, escritores y poetas. Los Kossak sufrieron el maltrato del nuevo régimen comunista que se apoderó del poder, sin perder su antigua mansión, "Kossakowka", el bastión de la noble familia. En el hogar, se instaló cierta decadencia, y se desarrollaron otras disensiones, humillaciones y rechazos por parte de su madre. La oveja negra de la familia, Simona, encontró refugio en el jardín de la propiedad. Tras estudiar biología en Cracovia, a contracorriente de su familia, abandonó la ciudad para refugiarse en el bosque. El comienzo de su verdadera...
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