Está claro desde hace mucho tiempo que el deporte mejora la longevidad.

Según un estudio, el ejercicio regular puede reducir el riesgo de morir por enfermedades comunes en la edad adulta entre un 30 % y un 40 %. Incluso quienes hacen menos ejercicio del recomendado oficialmente, pero aumentan su actividad, tienen entre un 20 % y un 25 % menos de riesgo de muerte. El estudio se publicó en el British Journal of Sports Medicine.

Específicamente, los investigadores examinaron cómo el ejercicio reducía el riesgo de muerte por diversas causas. Para el análisis de la revisión, el equipo evaluó 85 estudios que examinaron la actividad física en dos o más momentos. Los investigadores clasificaron el grado de ejercicio de las personas en los respectivos estudios en categorías como "continuamente activo" o "continuamente inactivo".

Los autores, dirigidos por Ruyi Yu y Gregore Mielke de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia, concluyen que cambiar a un estilo de vida más activo en cualquier momento de la vida adulta puede prolongar la vida y que nunca es demasiado tarde para empezar.

Según los investigadores, el riesgo para las personas que cambiaron de un estilo de vida inactivo a una actividad regular disminuyó alrededor de un 22 por ciento en comparación con los que permanecieron inactivos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualmente recomienda la siguiente actividad física semanal para adultos:

• 150 a 300 minutos de intensidad moderada
• 75 a 150 minutos de alta intensidad
• una combinación de ambos

Los efectos positivos de la actividad física sobre el riesgo de muerte fueron significativamente mayores para las enfermedades cardiovasculares –la causa más común de muerte– que para el cáncer.

En cuanto a sus hallazgos, los investigadores advirtieron que la mayoría de los estudios utilizados se basaban en evaluaciones subjetivas de la actividad física, que podrían no ser siempre precisas. Sin embargo, los resultados son de gran importancia para la salud pública.