Encuentro en las profundidades del azul: Vejdi Rashidov en Turquía

La exposición, que se inauguró en la Galería Taş Ev el 2 de agosto, fue más que la primera exposición individual de Rashidov en Turquía; se convirtió en un encuentro que renovó una vieja amistad y renovó recuerdos. Los años transcurridos desde su primer encuentro en la Galería de Arte Armoni en 1991 abren espacio en esta exposición tanto para los recuerdos como para los nuevos comienzos. Tras la iniciativa de Zerrin Çolak y Aynur Pehlivanlı, artífices de aquella primera exposición, los vínculos forjados con los amantes del arte se están reavivando, esta vez gracias a la iniciativa de Elif Pehlivanlı.
Rashidov, quien logra con maestría un equilibrio entre el peso del bronce y la fragilidad de la acuarela en su exposición "Azul", destaca tanto por su diversidad técnica como por su profundidad expresiva. Tras un tiempo alejado de la escultura por problemas de salud, el artista se muestra entusiasmado por regresar a su estudio. El azul que da nombre a la exposición, afirma, es "parte de nosotros, como el cielo, como el mar, como el amor".
Rashidov, quien ocupó numerosos cargos públicos a la vez que su carrera artística, fue pionero en el desarrollo de las relaciones culturales con Turquía durante su etapa como Ministro de Cultura y Presidente del Parlamento de Bulgaria. Inició colaboraciones duraderas entre ambos países, como la restauración de la Iglesia de San Esteban. El artista, quien afirmó: «Los días estaban llenos de responsabilidad, las noches de inspiración», vivió estos períodos entrelazados con la producción creativa.
Según Rashidov, cuyas obras se exhiben en museos y colecciones de todo el mundo, cada obra tiene su propia historia. El maestro, quien afirma: «La obra más valiosa para un artista es la que más conecta con su alma», insta a los jóvenes artistas: «No sigan los pasos de los grandes; sigan los suyos propios».
Al compartir su visión sobre la rápida digitalización del panorama artístico actual, Rashidov enfatiza la importancia del contacto humano, la emoción y la intuición a pesar de las ventajas que ofrece la tecnología: «La inteligencia artificial puede ser perfecta, pero los humanos somos humanos con defectos. El arte nace de ese defecto».
La exposición "Azul" de Vejdi Rashidov une la comprensión artística de una época con las emociones actuales. El silencio de la piedra, la transparencia del agua y el recuerdo del color se unen en esta exposición. Una narrativa que obliga al espectador a mirar tanto al pasado como a sí mismo... Y quizás la definición más simple del arte: mirar para recordar.
Cumhuriyet