El calvario de conseguir medicamentos en Cuba

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El calvario de conseguir medicamentos en Cuba

El calvario de conseguir medicamentos en Cuba

Mientras espera un trasplante de esófago para su hijo de cuatro años, la cubana Jessica Rodríguez enfrenta una batalla diaria para conseguir medicamentos y suministros médicos en un país donde escasean más del 70% de los medicamentos básicos.

"Me desespero todo el tiempo solo de pensar en no tener algo que pueda necesitar", dice Rodríguez, de 27 años, desde su casa en Santa Fé, un barrio del oeste de La Habana. A su lado, el pequeño Luis Ángelo mira dibujos animados en su celular.

Habla con calma, aunque angustiada: el niño sobrevive gracias a una traqueotomía y se alimenta por vía gástrica. Además de ser asmático y alérgico, padece una cardiopatía leve y convulsiones epilépticas.

En un país sometido a un embargo estadounidense cada vez más estricto y sumido en su peor crisis económica en más de tres décadas, es muy difícil conseguir los siete medicamentos que necesita cada día, además de cánulas y tubos esenciales.

“Sé que la falta de medicamentos, la falta de catéteres de succión y una cánula que no se puede reemplazar afectan la salud del niño y pueden derivar en enfermedades graves que incluso pueden costarle la vida”, explica Rodríguez.

Como esta madre, muchos cubanos enfrentan dificultades para obtener medicamentos.

“Más del 70% del cuadro de medicamentos básicos se ha visto afectado”, dijo recientemente el presidente Miguel Díaz-Canel en una entrevista televisiva.

En los últimos años, el país no ha conseguido conseguir los 300 millones de dólares (1.630 millones de reales) necesarios para importar materias primas para producir la mayor parte de los 650 medicamentos que componen su cuadro básico en 2024, afirmó el presidente.

– Mercado “cruel” –

En la isla de 9,7 millones de habitantes, los estantes de las farmacias están vacíos y los hospitales carecen de suministros como gasas, suturas, desinfectante y oxígeno.

"Hay días que no hay nada y otros días aparece algo", explica a la AFP un médico que trabaja en un hospital de la capital, bajo condición de anonimato.

Las personas con enfermedades crónicas tienen un documento conocido como “tarjetón”, que les permite comprar medicamentos recetados o de largo plazo a precios subsidiados.

Luis Ángelo tiene la suya, pero «a veces pasan meses y no hay medicinas», advierte Rodríguez. Su madre a menudo se ve obligada a comprarlas en el mercado negro a precios exorbitantes.

"El precio es cruel, y no tener dinero para comprarlas también lo es", dice sobre los aproximadamente 400 pesos (21 reales) por paquete de pastillas. Un precio elevado para un país donde el salario mensual promedio es de 6.500 pesos, equivalente a 54 dólares al tipo de cambio oficial (294 reales) y 17 dólares (92 reales) en el mercado informal.

En Cuba, donde el sistema de salud es público y universal para los cubanos, las farmacias privadas y los servicios de salud no son legales.

Ante la alarmante escasez de medicamentos, desde 2021 el gobierno comunista permite a la población transportar alimentos y medicinas desde el extranjero libres de impuestos en su equipaje, aunque no con fines comerciales.

Muchos medicamentos que ingresan al país por esta vía alimentan un mercado informal que lucra con el dolor ajeno y opera a través de grupos de WhatsApp y páginas web.

– “Un camino de luz”

Sin embargo, en las redes sociales también operan grupos que ofrecen donaciones o promueven el intercambio de medicamentos por alimentos.

En uno de ellos, identificado como "Cambias o donas medicamentos", Sophi busca desesperadamente dorzolamina para tratar la hipertensión ocular. "La necesito para mi abuela de 86 años", escribe.

Asimismo, han surgido proyectos como Palomas, una plataforma de comunicación y solidaridad que, desde su creación en La Habana en 2021, ya ha proporcionado medicamentos completamente gratuitos a más de 179.000 cubanos.

Palomas depende de medicamentos que la gente tiene en casa, “sobrantes de algún tratamiento o algo que alguien trajo del extranjero”, explica su coordinador, Sergio Cabrera.

En sus 13 grupos de WhatsApp, el proyecto publica diariamente una lista de medicamentos disponibles y otra de los necesarios. Cualquier cubano puede contactarlos.

“Gracias a este proyecto, hoy pude conseguir medicamentos para mi mamá (que tiene diabetes), los cuales escasean en todo el país”, comenta la odontóloga Ibis Montalbán.

Cabrera dice que es difícil ver a la gente sufrir por falta de medicamentos para sus familias.

“Mucha gente llora, y nosotros muchas veces lloramos con ellos”, pero “Palomas creó, en medio de la incertidumbre, en medio de la escasez, en medio de tanta apatía…, un camino de luz”.

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