No es culpa del NHS

Existe una discrepancia total entre las necesidades de los médicos, entre otros profesionales, y la realidad actual, derivada del modelo que han aplicado durante décadas el Ministerio de Educación, el Ministerio de Sanidad y el Colegio Médico Portugués. Este modelo ha provocado la escasez actual de médicos en los hospitales, tanto médicos generales como especialistas, lo que provoca esta tragedia en los servicios de urgencias.
La reducción del número de estudiantes de medicina, debido al sistema promedio y a la limitación de plazas, demuestra que este criterio ha tenido un efecto perjudicial en el NHS, así como en el sector privado, a lo largo del tiempo. Se recurre a médicos extranjeros cuando, durante años, miles de jóvenes fueron excluidos de las carreras de medicina por no alcanzar la máxima calificación (20 sobre 20).
Otra de las rarezas del país —cuya lógica es, como mínimo, cuestionable— es la negativa de la Orden a aceptar la creación de una especialidad en emergencias, como hacen los países más avanzados del mundo. Necesitamos una carrera de medicina más corta, con mayor conexión de los estudiantes con hospitales y servicios de emergencia, incluso durante la formación, lo cual habría sido una solución viable. Por favor, visiten hospitales y servicios de emergencia en otros países, nuestros aliados y socios. Basta con mirar.
Cabe aclarar que la carrera de medicina en Portugal dura seis años, seguidos de dos años de prácticas generales y entre cuatro y seis años para obtener la especialidad. Por lo tanto, hablamos de una carrera que puede durar hasta 14 años, lo que pone de manifiesto la brecha con respecto a otros países donde la formación médica es más ágil. En aras de un Sistema Nacional de Salud sin dramas ni dificultades, ¿no sería más sensato empezar por la raíz del problema?
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