Mucha corrida y sexo en la pista de baile: cómo es la competencia por el lechero más grande de Brasil

El concurso reúne a hombres con diferentes objetivos: algunos solo quieren relajarse y disfrutar, otros compiten por el premio en efectivo y otros buscan la visibilidad que otorga ganar al que más se corre. El concursante del año pasado eyaculó 10 ml (la media mundial es de 3 ml) y abrió un perfil en X y OnlyFans.
Si nunca has estado en un bar de cruising, debes saber que es un ambiente extremadamente respetuoso con reglas muy bien definidas. Hay gente vestida, gente desnuda, gente charlando y gente masturbándose en las esquinas, la mayoría con ayuda.
Poco después de la hora prevista, todo vestido de rojo, Dicesar o Dimmy Kieer, patrimonio inmaterial del mundo gay que alcanzó prominencia nacional en BBB 10, sube al escenario improvisado para cantar y anunciar el concurso.
Destacando la valentía de los participantes, Dimmy invita al lechero del año pasado a unirse a ella para dar la bienvenida a los participantes de este año y animar el ambiente de competencia. Y que se trate de sexo no significa que no haya reglas ni límites. Pero todo se hace con sencillez franciscana.
Con las concursantes en el escenario, algunas ya masturbándose, y un público curioso y emocionado, Dimmy anuncia: «El concurso lo ganará quien más se corra, quien más leche produzca. Se les entregó un frasco de recolección. Cada concursante es responsable de su propio frasco. Tengan cuidado de no derramar ninguna gota al suelo, ya que cada mililitro cuenta. Podrán participar en el ordeño siempre que la concursante les permita practicar sexo oral. Después de la recolección, mediremos el contenido de cada frasco delante de todos. Quien más se corra, gana».
Una vez comenzado el espectáculo, la prostitución continuó. El novio de una de las candidatas subió al escenario para chuparle la polla a su amante, que, blanda, se le endureció en la boca. Otro llamó más la atención por la irreverencia de ir vestido con una melena de gallo que por su polla.
uol