El vínculo entre la NBA y las finales de Polonia. Desde los Indiana Pacers hasta el Legia de Varsovia.

Creo que su trayectoria es una sorpresa aún mayor, aunque se podría decir que son situaciones bastante similares. Eliminamos al mejor equipo de la ronda regular sin perder. Derrotaron al número uno, los Cleveland Cavaliers, y a los duros New York Knicks. También empezaron con el número 4. Y la forma en que lo hacen todo... Anotan tiros ganadores al final de cada partido, compensan las derrotas. Consiguieron remontar contra los Knicks, a pesar de perder por 20 puntos en los dos primeros partidos fuera de casa. Es increíble. Juegan con intensidad, no se rinden, mantienen la compostura. Todo esto me ayuda personalmente y trato de transmitir estos valores a mi equipo.

Jugaste para los Pacers en la temporada 2021-22, cuando los resultados del equipo eran peores que ahora. Ese fue el comienzo de la relación del entrenador Rick Carlisle con su base Tyrese Haliburton. ¿Cómo fue la experiencia desde dentro?

Fue una época increíble. El primer año con un entrenador que era un gran profesional, que entrará al Salón de la Fama. Lleva en la NBA desde los 80. Ganó un campeonato con los Boston Celtics. Es muy inteligente, supo adaptarse a los nuevos tiempos, a la nueva generación de jugadores de baloncesto. No todos los entrenadores pueden cambiar de hábitos. Él lo hizo. Creó un equipo sin grandes estrellas y con un base sobrevalorado (irónica referencia a la votación entre los jugadores de la NBA, en la que Haliburton ganó en esta categoría - nota del editor). Tenía algunos jugadores sólidos que eran el núcleo del equipo, como Myles Turner. Aprendí mucho allí. Me dieron la oportunidad de jugar al máximo nivel; fue una situación que me cambió la vida. Y ahora veo que la misma gente sigue trabajando allí. Es hermoso ver lo que han construido. Y siento que formé parte de ello.

¿Aún tienes muchos amigos allí?

¡Claro! Indiana está cerca de Chicago, mi ciudad natal, así que tengo muchos aficionados allí. Apreciaron mi trayectoria. Al igual que Pascal Siakam, empecé desde las categorías inferiores, de la G-League, y tuve un camino difícil hasta llegar a la NBA. Indiana es un estado de baloncesto, y allí la gente respeta mucho el trabajo. Uno de mis mejores amigos es Quenton Jackson, ahora está en los Pacers. También jugamos juntos en los Bulls, nos mantenemos en contacto y nos apoyamos mutuamente. Jannero Pargo, que viene de Chicago, también forma parte del cuerpo técnico de los Pacers. Es una sensación increíble estar ahora en dos finales. Espero que ambas terminen con nuestras victorias y que sea un hermoso cuento de hadas en mi primera temporada de regreso a Europa.

Hablando de Europa, fuera de la NBA también tuviste la oportunidad de jugar en la Euroliga, por ejemplo, con Ettore Messina como entrenador en Milán. ¿Cómo lo comparas con Carlisle?

Ambos son excelentes entrenadores. Conocí a Messina al principio de mi carrera con los Spurs en Estados Unidos, y luego jugué para él en Milán. Él es más agresivo (risas). Pero soy lo suficientemente fuerte como para sobrevivir, y trabajar con él me ayudó. Me enseñó mucho sobre el baloncesto europeo, sobre cómo jugar correctamente como base, cómo aprovechar las ventajas en la cancha. Me dio la oportunidad de jugar en la Euroliga y siempre le estaré agradecido por ello. Carlisle, en cambio, es más tranquilo, brillante en la táctica. Te enseña a jugar al baloncesto con naturalidad. Deja que los jugadores lo hagan y confía en ellos. Se nota que no pide descansos en los momentos clave. Cree en los jugadores. Los dos entrenadores mencionados son geniales y también tengo un muy buen entrenador en el Legia.

Heiko Rannula es mucho más joven que Carlisle y Messina, con más de 20 años de diferencia. ¿Cómo es trabajar con un entrenador con tan poca experiencia?

Bien. El entrenador maximiza nuestras posibilidades. Además, es tranquilo y no impone su voluntad. Nos da libertad y permite que los jugadores influyan en el partido, y por ejemplo, que yo influya en lo que sucede en el vestuario. Intento aportar al equipo mi experiencia, tenacidad, concentración, actitud y preparación, necesarias en partidos del máximo nivel. El cuerpo técnico nos permite dialogar, intercambiar comentarios, decir lo que vemos y lo que pensamos del partido. Esto nos ayuda en este camino.

Juegas en el Legia con un número inusual, poco usado por los jugadores: el 28. Incluso tienes un tatuaje de este número. ¿Cuál es el secreto?

Este es mi número de camino de vida. Creo en la numerología y en el poder de los números. El 28 es el número de la riqueza. El número de camino de vida se calcula con base en la fecha de nacimiento; se suman todos los dígitos. Los números tienen un significado para mí. Por ejemplo, los números angelicales son tres dígitos iguales: 111, 222, 333. Creo en estas cosas; me dan energía positiva y por eso soy una persona tan positiva. Me ayudaron. Analicemos mi carrera. Ni siquiera debería estar jugando profesionalmente, y tengo 10 años de baloncesto profesional a mis espaldas. NBA, Euroliga, la oportunidad de ganar un campeonato aquí. Y todo esto con tan poca estatura (180 cm - nota del editor).

¿La numerología influye en tus hábitos de baloncesto, por ejemplo en tu enfoque del entrenamiento?

Sí. El séptimo día es el día de completar, de descansar. Si tenemos un entrenamiento o un partido ese día, intento no excederme, porque normalmente esos son los días en que me lesiono. La mayoría de las lesiones de mi carrera las sufrí en un día de descanso así. El séptimo día se refiere, por ejemplo, al séptimo día de junio, pero también al 16 o al 25 de junio. Porque 1 y 6 juntos son 7, y lo mismo ocurre con 2 y 5. Creo en estas cosas espirituales. En esos días intento descansar más.

¿Y qué días son lo opuesto, es decir los mejores?

Normalmente los que tienen un uno. Así que el 1 y el 11 del mes. Esos días son los mejores para mí. También el 28, porque 2 y 8 son 10, y 1 y 0 son 1.

¿Fue difícil para un jugador con pasado en equipos tan buenos aceptar el rol de suplente en el Legia?

No. Andrzej Pluta es un gran jugador polaco, representante nacional. Llegué durante la temporada con problemas de salud. Para mí, este es mi primer año de regreso a Europa. Intento tener un impacto positivo en el juego y ser un factor X en la fase de play-offs. Sin duda, me costó encontrar el ritmo adecuado, y la lesión fue el mayor impacto. Por eso, solo pude jugar fragmentos cortos de unos tres minutos durante mucho tiempo. Tuve un problema en el isquiotibial antes de venir aquí. El club fue cuidadoso, no querían correr riesgos, no querían que me perdiera partidos. Yo tampoco quería perdérmelos. Tengo 31 años, no 41. Me siento bien. Ahora, en la fase de play-offs, lo más importante es darlo todo. Encontrar el ritmo adecuado, aprovechar las oportunidades que tenga. Pero soy un jugador de equipo. Si ganamos, eso es todo lo que me importa.

En la última semifinal contra Anwil Włocławek, anotaste 23 puntos. ¿Podría haber sido una actuación reveladora y ahora los tiros entrarán con más frecuencia?

Eso espero. Obviamente, todo depende del ritmo adecuado. Podría haber jugado un poco más y haberlo cogido. Para mí, lo más importante es ganar. He sido un ganador toda mi vida. Siempre doy lo mejor de mí en los partidos más importantes. Estoy seguro de que mostraré mi mejor forma en la final. En la temporada regular, a veces es difícil encontrar la motivación si tienes lesiones y estás lejos de tu familia. La gente no lo entiende. Ahora siento que en los play-offs hice una buena serie contra el Górnik Wałbrzych. Luego no jugué bien fuera de casa contra el Anwil, pero pude hacerlo bien en el último partido. Espero tener una buena final.