Estudio: El alcohol y la presión en la cabina pueden dañar el corazón en vuelos de larga distancia

Un nuevo estudio demuestra que la combinación del alcohol y la presión en la cabina de un avión durante un vuelo reduce los niveles de oxígeno en sangre y aumenta la frecuencia cardíaca, incluso en personas jóvenes y sanas. Estos efectos son especialmente peligrosos para las personas mayores y quienes padecen enfermedades cardíacas o pulmonares. Los investigadores sugieren que conviene considerar limitar el consumo de alcohol en vuelos de larga distancia.
Durante un vuelo a gran altitud, la presión atmosférica disminuye, lo que provoca que la saturación de oxígeno en sangre baje a aproximadamente el 90 %. Esta condición se denomina hipoxemia o hipoxia hipobárica. El alcohol también dilata los vasos sanguíneos, lo que provoca un aumento de la frecuencia cardíaca, especialmente durante el sueño. Los científicos se han preguntado si la combinación de estos dos factores (alcohol y baja presión en la cabina) podría sobrecargar aún más el corazón de los pasajeros.
El experimento involucró a 48 personas sanas de entre 18 y 40 años. Se dividieron en dos grupos: uno durmió a presión atmosférica normal a nivel del mar y el otro en una cámara que simulaba la presión de la cabina de un avión a una altitud aproximada de 2438 metros. Los participantes bebieron una cantidad de alcohol equivalente a dos latas de cerveza o dos copas de vino. Los investigadores monitorizaron sus niveles de oxígeno en sangre (SpO₂) y su frecuencia cardíaca durante el sueño durante 4 horas.
La combinación de alcohol e hipertensión arterial provocó una caída de la saturación de oxígeno en sangre a un promedio de aproximadamente el 85 % y un aumento de la frecuencia cardíaca a casi 88 latidos por minuto durante el sueño. En comparación, las personas sin alcohol en la cabina presentaron niveles de oxígeno más altos y una frecuencia cardíaca más baja. Además, la disminución de oxígeno por debajo del nivel normal (90 %) duró en promedio más de 3 horas, y el sueño profundo y reparador (fase N3 y REM) se acortó significativamente.
Aunque el estudio incluyó a personas jóvenes y sanas, los autores enfatizan que dicha carga sobre el corazón y el sistema circulatorio puede ser aún mayor en personas mayores o en aquellas con enfermedades cardíacas y pulmonares.
- Combinar el consumo de alcohol con condiciones de sueño hipobárico supone una pesada carga para el sistema cardiovascular y puede empeorar los síntomas en pacientes con enfermedades cardíacas o pulmonares, afirman los investigadores.
Señalan que los problemas cardíacos son una de las principales causas de emergencias médicas a bordo de aeronaves. Por ello, sugieren considerar restricciones al acceso al alcohol en vuelos de larga distancia.
politykazdrowotna