Maduro llama a la unión en Venezuela ante presión externa y respaldo ruso

El Parlamento venezolano vivió ayer una jornada cargada de simbolismo político. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, encabezó un acto denominado en “defensa de la soberanía”, en el que lanzó un llamado a la unidad nacional por encima de cualquier diferencia partidista o ideológica.
“Sobre todas las cosas está la patria. No es tiempo de diferencias ni de colores, ¡una sola bandera nos cobija!”, proclamó Maduro, mientras recibía el respaldo internacional de Rusia, expresado por el canciller Sergei Lavrov a la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Mientras Maduro llamaba a la unidad interna, desde Moscú llegaba un mensaje firme de solidaridad. Lavrov reiteró el “respaldo político incondicional” de Rusia a Venezuela, subrayando la necesidad de garantizar la estabilidad institucional frente a la creciente presión de Estados Unidos y sus aliados en el Caribe.
Este apoyo se dio en paralelo al rechazo del gobierno venezolano a un comunicado del presidente de Guyana, que respaldó el despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe.
El canciller venezolano Yván Gil calificó como “infame” la postura de Guyana, a la que acusó de convertirse en “peón de oscuros intereses imperiales y de Exxon Mobil”.
Caracas también rechazó el despliegue militar estadounidense en el Caribe, interpretándolo como un intento de “provocar y sembrar inestabilidad en América Latina”, con el trasfondo histórico del litigio por la Guayana Esequiba, un territorio en disputa con Guyana desde hace más de un siglo.
La tensión se elevó aún más después de que Washington anunciara el envío de tres buques con 4 mil soldados a la región, acompañado del aumento en la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, acusado por la Casa Blanca de vínculos con el narcotráfico.
El discurso guyanés, compartido en redes sociales por figuras como el senador Marco Rubio, apuntó a que Venezuela es un factor de inestabilidad en la región, acusando incluso la supuesta participación de redes criminales como el cártel de los Soles.
Entre los aplausos y consignas, ciudadanos como Gloria Hernández, jubilada de 70 años, aseguraron que Venezuela no se rendirá:“Nosotros somos valientes, fuertes, y como hijos de Bolívar responderemos”.
Su declaración refleja el espíritu con el que el oficialismo busca proyectar la imagen de un país que, pese a las presiones, mantiene la convicción de resistir cualquier intento de intervención externa.
La disputa por la Guayana Esequiba, sumada a los movimientos militares estadounidenses y el respaldo de Rusia a Caracas, coloca nuevamente a Venezuela en el centro de la geopolítica latinoamericana.
Para Maduro, el camino está claro: “Nuestra riqueza es más que el oro, el petróleo o el gas; es espiritual, moral y ética”.
Un mensaje que busca encender un sentimiento de identidad nacional frente a lo que el gobierno considera una nueva ola de amenazas extranjeras.
La Verdad Yucatán