Inundaciones afectan a Atizapán de Zaragoza y Nicolás Romero tras fuerte tormenta

Las fuertes lluvias registradas este viernes en el Estado de México dejaron como saldo inundaciones en Atizapán de Zaragoza y Nicolás Romero, generando caos vial, vehículos dañados y decenas de familias afectadas. A pesar de que cada año se repiten estas contingencias, los vecinos denuncian que no se realizan labores de desazolve suficientes y que el problema se agrava con la basura que bloquea coladeras y drenajes.
De acuerdo con reportes preliminares, en la colonia Villas de la Hacienda, en Atizapán de Zaragoza, se registraron anegaciones de hasta 40 centímetros de altura en algunas calles. El agua alcanzó tal nivel que varios vehículos quedaron varados, e incluso algunos fueron arrastrados por la corriente, al quedar flotando en medio de la vía pública.
Las avenidas Luis Donaldo Colosio y Paseo de Acueducto resultaron severamente afectadas. Además, el agua se acumuló en el estacionamiento de la Plaza La Hacienda, causando pérdidas materiales a los comerciantes y vecinos que se encontraban en la zona.
Habitantes de estas colonias denunciaron que cada año enfrentan el mismo problema y que, a pesar de sus exigencias, las autoridades municipales no realizan trabajos preventivos de desazolve ni limpieza de calles, lo que agrava el impacto de las lluvias. También llamaron a la población a evitar tirar basura en la vía pública, pues esta termina bloqueando las coladeras y provoca que el agua se desborde.
En el municipio vecino de Nicolás Romero, el Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (SAPASNIR) informó que sus equipos se desplegaron para atender los puntos más afectados por la tormenta. Según la institución, la mayoría de las inundaciones fueron ocasionadas por acumulación de basura y vegetación en las coladeras, lo que impidió el correcto desalojo del agua.
La carretera Vía Corta a Morelia, que cruza tanto Nicolás Romero como Atizapán, presentó fuertes escurrimientos e incluso se registraron aguas brotando a borbotones por las alcantarillas, lo que provocó el cierre parcial de carriles y un intenso congestionamiento vehicular.
Entre las colonias más afectadas se encuentran Transfiguración y Granjas Guadalupe, donde vecinos documentaron con fotos y videos el nivel del agua en calles y viviendas.
Aunque con menor intensidad, las lluvias también generaron problemas en Naucalpan, donde se reportaron encharcamientos peligrosos en avenidas principales como Río San Joaquín y Periférico Norte.
El agua acumulada tapó los baches de gran tamaño, lo que aumentó el riesgo de accidentes viales para conductores y motociclistas. Los vecinos demandaron una acción inmediata de las autoridades, no solo para atender los encharcamientos, sino para dar mantenimiento a la infraestructura vial que ya de por sí se encuentra deteriorada.
Las escenas de vehículos varados, calles anegadas y familias atrapadas en sus hogares se repiten año con año en la zona metropolitana del Estado de México. Los vecinos exigen que se realicen obras de infraestructura hidráulica de mayor alcance, ya que las actuales resultan insuficientes ante lluvias de gran intensidad.
Entre las demandas más recurrentes se encuentran:
- Desazolve regular de los sistemas de drenaje.
- Campañas de limpieza y recolección de basura.
- Mantenimiento de avenidas y coladeras.
- Obras de infraestructura pluvial de largo plazo.
La molestia ciudadana crece porque, aseguran, las autoridades suelen prometer obras durante campañas electorales, pero en la práctica solo reaccionan de manera emergente cuando los problemas ya están presentes.
Las inundaciones en Atizapán de Zaragoza, Nicolás Romero y Naucalpan son un recordatorio de la vulnerabilidad de las ciudades ante las lluvias y de la falta de acciones preventivas eficaces. Mientras los vecinos claman por ayuda y soluciones de fondo, las autoridades municipales y estatales se ven rebasadas por la magnitud de las contingencias.
La temporada de lluvias apenas comienza y, de no tomarse medidas inmediatas, los municipios del Estado de México podrían enfrentar nuevas emergencias que afecten tanto la movilidad como el patrimonio y la seguridad de miles de familias.
La Verdad Yucatán