Casquete corto, sí; ‘mohawk’, no: Bukele impone disciplina escolar con nuevos cortes de pelo

El presidente Nayib Bukele sorprendió nuevamente a la opinión pública al decretar nuevas medidas en el ámbito educativo de El Salvador. A través de la nueva ministra de Educación, Karla Trigueros, capitana de las Fuerzas Armadas, el gobierno estableció reglas estrictas de disciplina escolar, que incluyen el uso de uniformes limpios, un comportamiento respetuoso y cortes de cabello adecuados para los estudiantes.
La disposición, que prohíbe estilos como el “mohawk” y obliga a los alumnos a presentarse con casquete corto o cortes tradicionales, busca eliminar prácticas asociadas a las pandillas que durante décadas aterrorizaron al país.
El nombramiento de Karla Trigueros al frente del Ministerio de Educación marcó un giro radical en la política educativa. Con formación militar, su primera acción fue enviar un memorando a directores de escuelas e institutos públicos ordenando reforzar la disciplina.
Los alumnos deben saludar respetuosamente a los docentes al ingresar, portar correctamente el uniforme y mantener el cabello corto y limpio. Según Trigueros, el objetivo es “fortalecer la disciplina en los centros educativos”, evitando que vuelvan a convertirse en espacios de reclutamiento de pandillas.
Estas normas no son completamente nuevas; existían en el pasado, pero dejaron de cumplirse por temor de los docentes a sancionar a los estudiantes.
El endurecimiento de las reglas llega en un momento delicado. En los últimos meses, la Fiscalía salvadoreña reportó intentos de reorganización de grupos de pandillas dentro de instituciones educativas.
En junio, fueron detenidos al menos 40 estudiantes de tres institutos públicos acusados de intimidar a compañeros, cometer agresiones físicas y sexuales, e incluso de promover consumo de drogas. Para el gobierno, estas conductas evidencian la necesidad de un cambio drástico en la cultura escolar.
Las disposiciones provocaron debate en la sociedad salvadoreña. Por un lado, sindicatos docentes expresaron su apoyo, argumentando que la disciplina es necesaria, aunque señalaron la importancia de armonizar las leyes de protección a menores para que los profesores no enfrenten sanciones por imponer orden.
El secretario de organización del Sindicato de Maestras y Maestros de la Educación Pública, Paz Zetino Gutiérrez, recordó que muchos docentes fueron denunciados en el pasado por intentar mantener el orden en las aulas.
Por otro lado, la abogada de derechos humanos Jayme Magaña cuestionó las medidas, señalando que muchas familias enfrentan dificultades económicas que podrían impedirles cumplir con los requisitos de limpieza, uniformes planchados y cortes de cabello regulares.
“Si las mamás no tienen para pagar la barbería, si no cae el agua en sus casas, si no hay electricidad para planchar, los zapatos no se los han dado, ubíquese ministra”, escribió Magaña en redes sociales.
En varios colegios de San Salvador, los nuevos protocolos ya se aplican. Los directores y maestros revisan a cada estudiante en fila al ingresar, evaluando uniforme y cabello. La mayoría pasa sin problemas, pero algunos son separados para recibir una charla correctiva.
Un estudiante relató a la prensa que fue amonestado por no portar la insignia escolar en su camisa. “Yo pensé que no era tan serio esto y me puse otra camisa, pero ya me comprometí a cumplir”, dijo.
Entre los padres, el sentir mayoritario es de aceptación. “Así se van ordenando desde chiquitos”, comentó María Barrera al supervisar la entrada de su hijo. Josefina Segovia, por su parte, contó que llevará a su hijo al peluquero para cumplir con la norma: “Es bueno, aunque no lo sabía, vamos a ajustarnos”.
Con la nueva regulación, las peluquerías en municipios como Santa Tecla registran gran afluencia de padres y estudiantes. Un barbero explicó que ahora predominan los cortes sencillos de tres dólares, como el casquete corto.
Para aliviar la carga económica, al menos dos alcaldías anunciaron que ofrecerán cortes gratuitos a los alumnos, medida que ha tenido buena acogida entre las familias.
El presidente Bukele defendió en redes sociales el nombramiento de una militar como ministra de Educación, afirmando que “para construir el El Salvador que soñamos debemos transformar por completo nuestro sistema educativo”.
El énfasis en la disciplina busca modificar no solo la apariencia, sino también el comportamiento de los estudiantes, con el objetivo de blindar las escuelas contra la influencia de las pandillas y fomentar el respeto hacia la autoridad docente.
Las nuevas medidas de disciplina escolar en El Salvador, encabezadas por la ministra Karla Trigueros, abren un debate entre quienes consideran que son necesarias para erradicar la influencia de las pandillas y quienes temen que representen una carga para las familias más vulnerables.
Lo cierto es que, más allá de los cortes de cabello y los uniformes, el país se enfrenta al reto de construir un sistema educativo que garantice orden, seguridad y oportunidades para las nuevas generaciones.
La Verdad Yucatán