Mieloma múltiple avanzado: perspectivas prometedoras de un nuevo anticuerpo biespecífico

Nuevos avances contra el mieloma múltiple en recaída y refractario a otras terapias gracias a un enfoque terapéutico cada vez más específico: un nuevo anticuerpo biespecífico ofrece perspectivas prometedoras para pacientes con pretratamiento intensivo. Con la publicación de la determinación de la AIFA, el anticuerpo biespecífico elranatamab ya está disponible oficialmente en Italia con un régimen de reembolso. El fármaco está indicado como monoterapia para el tratamiento de pacientes adultos con mieloma múltiple en recaída y refractario que hayan recibido al menos tres terapias previas y hayan mostrado progresión de la enfermedad con la última terapia.

El mieloma múltiple es una neoplasia hematológica compleja que se caracteriza por una proliferación descontrolada de células plasmáticas en la médula ósea, lo que compromete progresivamente la función inmunitaria del paciente. El paradigma terapéutico actual se basa en tres clases principales de fármacos: inmunomoduladores, inhibidores del proteasoma y anticuerpos monoclonales anti-CD38. Si bien estas terapias han revolucionado el manejo de esta enfermedad, muchos pacientes presentan recaídas con el tiempo o se vuelven refractarios a las tres clases. Este fenómeno ha generado un nuevo desafío clínico: el paciente triplemente expuesto, que hoy en día representa una importante necesidad médica insatisfecha.

Estos pacientes, de hecho, experimentan remisiones a corto plazo seguidas de recaídas rápidas, con opciones terapéuticas cada vez más limitadas. En este contexto, entre las innovaciones más prometedoras se encuentran los anticuerpos biespecíficos, una nueva clase de inmunoterapias capaces de atacar simultáneamente dos dianas: reactivar el sistema inmunitario y atacar selectivamente las células neoplásicas. Con respecto a elranatamab, los datos actualizados a 33,9 meses de seguimiento mostraron una tasa de respuesta global del 61 % en una población con un alto nivel de pretratamiento y un pronóstico desfavorable. Además, elranatamab permite una gran flexibilidad en la pauta posológica: tras una fase inicial de administración semanal, todos los pacientes que alcanzan una respuesta clínica pueden pasar a una administración quincenal tras tan solo 24 semanas y, posteriormente, en caso de respuesta persistente, a una administración mensual a partir de la semana 49. Este enfoque gradual permite mantener el control de la enfermedad a la vez que reduce la frecuencia de las visitas hospitalarias.

Gracias a mecanismos de acción innovadores como elranatamab, ahora podemos observar respuestas clínicamente relevantes incluso en pacientes con mieloma múltiple triple refractario, para quienes las alternativas terapéuticas eran hasta ahora muy limitadas —afirma Elena Zamagni, Profesora Asociada de Hematología del Irccs Aou S. Orsola-Malpighi de Bolonia—. Los datos del estudio MagnetisMM-3 indican el control de la enfermedad en un porcentaje significativo de pacientes, con la posibilidad de tratamiento ambulatorio desde las primeras etapas, un aspecto que puede tener un impacto positivo en la organización de los tratamientos y la calidad de vida.

Hoy en día, los biespecíficos representan una de las fronteras más prometedoras de la inmunoterapia en el mieloma múltiple: permiten una activación dirigida de las células T contra las células tumorales y muestran resultados prometedores incluso en pacientes con enfermedad refractaria a múltiples tratamientos —subraya Benedetto Bruno, director de Hematología Universitaria de la Ciudad de la Salud y la Ciencia de Turín—. Pero el verdadero reto ahora reside en hacer accesibles estas innovaciones en la práctica diaria, mediante una gestión estructurada compatible con la organización de los centros hematológicos italianos.

Para Rosalba Barbieri, vicepresidenta de AIL, «Recibir un diagnóstico de mieloma múltiple es un evento traumático que abruma al paciente y a su familia. En una patología con fases, con recaídas cada vez más incapacitantes, es fundamental cuidar a la persona en su totalidad. Por ello, AIL se compromete a fortalecer un enfoque multidisciplinario que también incluye apoyo psicológico y asesoramiento nutricional, ofreciendo asistencia cualificada en cada fase del tratamiento. Solo así podremos devolverle la dignidad, la humanidad y la esperanza al tratamiento».