La espiral de guerras, de Serge July
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Después de la guerra israelí-palestina, la guerra israelí-yemení, la guerra israelí-siria y la guerra israelí-libanesa, todas las cuales tenían como objetivo aislar a Irán privándolo de estas milicias creadas, armadas, financiadas y supervisadas por los mulás, llega la tan prometida guerra israelí-iraní.
Desde que Jomeini tomó el poder hace más de cuarenta años, la "molarquía" ha hecho de la destrucción de Israel un imperativo religioso, una cuestión escatológica y una ambición regional para desafiar a Israel. En resumen, los mulás antisemitas ya no podían respirar el mismo aire que los israelíes. Aún no está claro cómo Irán se convirtió en el único país del mundo que ha hecho de la erradicación de Israel una obsesión antisemita, un ucase geopolítico y una oración diaria.
Cuando los mismos mulás invierten en energía nuclear con fines militares, cualquier ciudadano del mundo con inclinaciones humanistas tiene motivos para preocuparse: los líderes iraníes con una bomba atómica son capaces de usarla. El individuo que saboteó las negociaciones occidentales con Irán para que volvieran a la energía nuclear civil —se trata, por supuesto, del payaso con la gorra de Maga, primera versión, primer mandato— ha demostrado que el tiempo...
Libération