Fin de la escolarización en Ginebra: diputados fronterizos desafían al gobierno

El 11 de junio de 2025, el Consejo de Estado de Ginebra anunció en su comunicado de prensa semanal que suspendería la admisión de estudiantes de primaria y secundaria no residentes en el cantón para el año escolar 2026. Justificó esta decisión por el "deseo de promover los vínculos sociales del estudiante en su barrio de residencia", así como por la "falta de plazas para alojar a estudiantes en las escuelas públicas", y especificó que los estudiantes que ya hayan comenzado sus estudios en Ginebra podrán continuar allí hasta el final de su ciclo educativo actual.

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Esta decisión afecta a 2.521 estudiantes franceses y ha provocado fuertes reacciones de los funcionarios electos en los territorios fronterizos. En un comunicado de prensa del 12 de junio de 2025, representantes de los ginebrinos franceses (los territorios franceses que rodean el cantón de Ginebra) denunciaron una decisión unilateral que podría tener graves consecuencias para las familias y las autoridades francesas. Los funcionarios electos de estos territorios también desean señalar que el atractivo de Suiza es responsable de la alta demanda de sus servicios públicos, el alto coste de la vida y las dificultades de alojamiento para los empleados que trabajan en Francia. Además, los trabajadores franceses aportan 800 millones de francos suizos a los impuestos suizos, que se destinan principalmente a financiar la educación.

Más recientemente, el 18 de junio de 2025, otros representantes electos de territorios fronterizos, como Virginie Duby-Muller, diputada por la cuarta circunscripción de Alta Saboya, enviaron una carta a Jean-Noël Barrot, ministro para Europa y Asuntos Exteriores, expresando su preocupación por la decisión del Consejo de Estado de Ginebra. En esta carta, además de las preocupaciones ya mencionadas, los representantes electos también expresaron su preocupación por las limitaciones de reorganización que un cambio de escuela podría representar para los estudiantes. Y, en particular, por el riesgo de un aumento del número de falsos residentes secundarios, lo que podría conllevar una disminución de los recursos financieros de las comunidades francesas, en particular la subvención global de funcionamiento (DGF) y la compensación financiera de Ginebra (CFG), que se calculan en función de la población y el número de trabajadores transfronterizos declarados.