Computadoras. Homebrew: el arte de experimentar con videojuegos en tu sala.

Un motor de juego, una tarjeta SD, una consola vieja, mucho ensayo y error, y estás listo para crear un videojuego. Esto es homebrew, o elaboración casera, que poco a poco se está profesionalizando. Una minirrevolución en el lucrativo mundo del desarrollo.
Se esperan casi con devoción, como el estreno de una película o la nueva temporada de tu serie favorita. Los jugadores están desesperados por encontrar finalmente Doom: The Dark Ages y Hades II en sus consolas.
Y luego están esos videojuegos que, en teoría, no parecen gran cosa, pero son una delicia para los fans. Títulos diseñados por personas anónimas, en la privacidad de sus salas de estar, lejos de los edificios de las grandes desarrolladoras, para su propio disfrute y, a veces, para intentar venderlos.
En la jerga, a esto lo llamamos "cerveza casera". Un término tomado del mundo cervecero para describir un movimiento que ya no es tan confidencial como antes.
Esto se debe al creciente número de tutoriales en la web y a la amplia disponibilidad de motores de juego, desde los más sencillos de usar (y gratuitos) hasta los mucho más sofisticados (y de pago).
Esto se debe principalmente a la aparición del retrogaming y, en su estela, al resurgimiento de los buenos y viejos NES, Gameboy o DS que sacudieron nuestra infancia.
"Es bastante fácil empezar a crear juegos retro sin gastar mucho dinero, porque la tecnología es mucho más rudimentaria que en las consolas modernas", confirma Antoine Gohin, de Auvernia, fundador de Broke Studio, en una entrevista con nuestros colegas de La Montagne .

Consejos para empezar
¿Es divertido empezar con la elaboración casera de cerveza? Depende. En cualquier caso, ya requiere cierta afinidad con los videojuegos y las consolas.
Si te apasiona pero eres principiante, no te lances a grandes proyectos de inmediato. Empieza por lo básico. Experimenta con motores de juego sencillos y gratuitos que te ayudarán a familiarizarte con los conceptos de programación (y su vocabulario) y la lógica del juego.
Una vez que esté todo listo, elija el motor de juego que funcione mejor para usted.
Practícalo para entender cómo funciona. Inténtalo, falla, inténtalo de nuevo.
Una vez que te sientas seguro, comienza a trabajar en el juego de tus sueños.
Ubicada a tiro de piedra de Clermont-Ferrand, su empresa ha llevado el homebrew al siguiente nivel profesionalizándolo. Primero, desarrollando sus propios juegos, pero también ofreciendo a los aficionados la oportunidad de comercializar sus creaciones.
Y a él y a su equipo les funciona: ahora exportan desde Europa a Japón.
Y aunque todavía es un nicho de mercado, sus resultados ya indican el inicio de una pequeña revolución. Un poco como la que las primeras microcervecerías provocaron en el mundo de la cerveza en su época... ¡Sin duda!
Le Progres