La verdadera estrella del US Open es un cóctel de bolas de melón.

Con el calor del final del verano, el estadio de tenis del Abierto de Estados Unidos en Queens se ha convertido en el mayor consumidor de melón del país. O al menos de las brochetas de melón con forma de pelota de tenis que adornan la impresionante cantidad de cócteles Honey Deuce que se venden en Flushing Meadows cada año. dice el New York Times .

Una mezcla muy dulce de limonada, vodka Grey Goose y licor de frambuesa, "se sirve en un vaso de plástico de colección", en el que están inscritos los nombres de todos los ganadores del torneo desde 1968. Por ^decimoctavo año consecutivo, refrescando al público del Abierto de Estados Unidos, la bebida ha alcanzado otro hito, señala el diario neoyorquino. Porque, a partir de ahora, tomarse una foto bebiendo un Honey Deuce se ha convertido en "un verdadero símbolo de alto estatus social".

En 2024, "Los aficionados al tenis consumieron 556.782 Honey Deuces", mientras que se vendieron 1,9 millones de bolitas de melón, afirma el artículo. En total, las ventas alcanzaron los 12,8 millones de dólares en un verano. ¿No es este "el cóctel más rentable del deporte?", se pregunta el diario estadounidense.

Se espera que este récord se rompa en 2025, con 2,3 millones de bolas de melón en existencias. En el torneo de Nueva York, están por todas partes: en los carritos a lo largo de los pasillos, alrededor del Estadio Arthur Ashe e incluso en las canchas.

“Se sirve un Honey Deuce en menos de un minuto”, por la friolera de $23 (casi 20 euros), muy por encima de los $12 con los que debutó. Un aumento de precio que USA Today no tarda en señalar . “Si no necesitas pedir un segundo préstamo para hacer el viaje, la abundancia de sabores en este último Grand Slam del año te dejará alucinado”, escribe, añadiendo que el Honey Deuce ni siquiera es la opción más cara.

La máxima potencia se está poniendo a prueba con varios cócteles nuevos en competencia, confirma The New York Post , según el cual “La corte de Arthur Ashe es cada vez más sinónimo de excesos de alcohol y caos”.

Entre ellos, un cóctel elaborado con champán Moët & Chandon, licor de flor de saúco y lima, todo servido con una rodaja de sandía... Por 39 $ cada uno (unos 33 €), ¡merece la pena! Por no hablar de los tequilas, spritzes y martinis espresso. Para los más ahorradores, siempre está la botella de agua por 9 $ (unos 7,60 €), bromea USA Today.

“El US Open siempre ha sido el menos civilizado de los cuatro torneos del Grand Slam, con su tráfico aéreo incesante y sus visitantes siempre achispados”, bromea también . The Guardian . Pero eso no es todo: «Como si el flujo de Honey Deuce y Heineken no fuera suficiente, un recién llegado desprende su aroma penetrante e inmediatamente reconocible: cannabis».

Un olor extraño al que los jugadores deberían acostumbrarse. “Los medios de comunicación daneses incluso han bautizado la Sala 17 como 'hash banen' ('sala de hachís' en danés), ya que el olor a cannabis forma parte ahora casi tanto de la atmósfera como el ruido de la multitud”, concluye el diario británico.