Vacaciones de verano: las alpargatas imprescindibles que siempre están de moda

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Las alpargatas son el calzado icónico del País Vasco . En la playa de San Juan de Luz (Pirineos Atlánticos), los turistas de Auvernia no pueden vivir sin ellas. «Son más que un recuerdo de vacaciones; para mí son un calzado de diario», dice uno de ellos.

El País Vasco francés ha preservado su maestría con cinco talleres históricos. En el interior, en Chéraute (Pirineos Atlánticos), aún se puede oír el giro de las máquinas trenzadoras. "Hay una historia. Hay una experiencia, hay un ruido, hay olores. Es maravilloso pensar que mi padre y mi abuelo trabajaron en estas máquinas", comparte Sthépan Goyhénétchégaray, gerente del taller Zétoiles. El taller fabrica la tradicional alpargata plana con suela de yute. Todo se hace a mano. Los gestos no han cambiado en más de un siglo. Las técnicas impresionan a los turistas que visitan el taller.

Todas las alpargatas se ensamblan en nuestras instalaciones, desde el corte de la lona hasta la costura de la suela. Incluso puedes solicitar el bordado que prefieras. La empresa ha decidido producir únicamente modelos clásicos, con precios entre 20 y 30 euros. El taller produce 60.000 pares al año.

No te las puedes perder en San Juan de Luz. Las alpargatas son todo un éxito. Una tienda se llena de turistas durante la temporada. Se venden por un mínimo de 27 euros. El precio puede subir rápidamente según el modelo, hasta 140 euros. «Veremos modelos un poco más elaborados, con formas y tacones pequeños, que se pueden combinar con vestidos más formales. Incluso hacemos zapatos de novia», explica Nicolas Larralde, de la empresa Bayona. Algunos son tan sofisticados que ya no son alpargatas, sino más bien zapatos. Hoy en día, la etiqueta «Hecho en Francia» es minoritaria. La mayoría de las alpargatas se importan de Asia.