Ni Pérez ni Fernández: estos son los apellidos más comunes en América Latina

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Fuente: IStock
Los apellidos más populares de América Latina no solo revelan patrones estadísticos, sino también una profunda conexión con la historia, la lengua y la identidad regional. ¿Cuáles son los más repetidos y comunes en la región, y a qué se debe?
Si hay algo que une a buena parte de América Latina, más allá del idioma, es la repetición de ciertos apellidos que parecen estar en todas partes. Según datos del portal especializado Statista, y basados en registros del sitio Forebears.io, los apellidos más comunes en varios países de América Latina no son ni Pérez ni Fernández, como podría pensarse, sino Rodríguez, González y García, que encabezan las listas en distintas naciones de la región.Es que en América Latina abundan los apellidos patronímicos, típicamente españoles, que se formaban a partir del nombre del padre y se les agregaba el sufijo “ez”, que significa “hijo de”. En tal sentido González significa “hijo de Gonzalo” y Fernández “hijo de Fernando”.
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De acuerdo con los datos publicados por la plataforma global Statista, el apellido Rodríguez es el más común en Colombia, Costa Rica, Cuba, Uruguay, República Dominicana y Paraguay,
A su vez, el apellido González lidera en Argentina, Chile, Venezuela y también Paraguay, país donde ambas variantes compiten por el primer lugar.
En Ecuador, por su parte, el apellido más frecuente es García, el mismo que encabeza el ranking en España, lo que refleja el legado directo del pasado colonial.
En Brasil es Da Silva, en Bolivia se destaca Mamani, mientras que en Perú lo hace Quispe. Por su parte, en Puerto Rico el apellido más reconocido por su innumerable cantidad es Sanchéz y en Nicaragua, López.
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La relación entre los apellidos y la herencia lingüística y colonialEl predominio de estos apellidos en América Latina no es una coincidencia. Se trata de una herencia directa del sistema de nomenclatura español que se expandió durante los siglos de colonización. En ese entonces, muchos pueblos originarios adoptaron apellidos españoles al momento de ser bautizados, registrados o integrados en los sistemas civiles coloniales.
Este fenómeno explica por qué los apellidos de origen ibérico se han mantenido y multiplicado hasta el presente, incluso en países con importante diversidad étnica y cultural.
Más allá del apellido: identidad y pertenenciaAunque millones de personas comparten estos apellidos, eso no significa que todos pertenezcan a una misma familia o linaje directo. De hecho, la frecuencia de apellidos como Rodríguez o González ha llevado a que en muchos países se combinen con segundos apellidos maternos más distintivos para facilitar la identificación.
El uso de dos apellidos, una práctica tradicional en los países hispanohablantes, responde a la necesidad de mantener la trazabilidad de las líneas familiares tanto paterna como materna.
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