Nuevos hallazgos sobre el ayuno intermitente: ¿adelgaza más que otro tipo de dietas?

Un análisis exhaustivo de ensayos clínicos realizado por investigadores de renombre y publicado esta semana en The BMJ sugiere que las dietas de ayuno intermitente, incluidas las estrategias como el ayuno en días alternos, podrían tener beneficios similares a las dietas tradicionales de restricción calórica para la pérdida de peso y la mejora de factores de riesgo cardiometabólico. Sin embargo, los investigadores advierten que los efectos observados son relativamente modestos y que son necesarios más estudios a largo plazo para confirmar estos resultados.

En este metaanálisis, que abarcó 99 ensayos clínicos realizados con un total de 6,582 adultos (de los cuales el 66% eran mujeres y con una media de edad de 45 años), se compararon diferentes enfoques de ayuno intermitente con las dietas de restricción calórica continua y las dietas sin restricciones. Los métodos de ayuno intermitente analizados incluyen el ayuno restringido por tiempo, como el régimen 16:8 (16 horas de ayuno y 8 horas de ventana para comer), el ayuno de días alternos, donde los participantes ayunan 24 horas en días alternos, y el ayuno de días completos, como la dieta 5:2, en la que se permite comer de manera libre durante 5 días a la semana y se ayuna durante los otros 2 días.

Los resultados del metaanálisis fueron claros: tanto las dietas de ayuno intermitente como las de restricción calórica continua llevaron a una reducción modesta en el peso corporal, en comparación con las dietas sin restricciones. Sin embargo, el ayuno en días alternos mostró los mayores beneficios. Este enfoque demostró una ligera reducción de peso en comparación con la restricción calórica continua y con otras modalidades de ayuno intermitente, con una disminución media de 1.29 kg respecto a las dietas continuas de restricción calórica. Además, mostró una leve mejora en los niveles de colesterol total y colesterol "malo" en comparación con el ayuno restringido por tiempo.

A pesar de estos beneficios, los investigadores subrayan que los resultados obtenidos no alcanzaron el umbral clínico mínimo de pérdida de peso de 2 kg, que se considera relevante para las personas con obesidad. Este hecho indica que, aunque el ayuno intermitente tiene efectos positivos en la reducción del peso corporal, estos efectos podrían no ser suficientes para producir cambios significativos en la salud de los pacientes a largo plazo.

Otro aspecto importante señalado por los investigadores es la corta duración de los ensayos incluidos en el metaanálisis, que oscilaron entre 3 y 52 semanas, con un promedio de solo 12 semanas. Esto ha generado preocupación sobre la sostenibilidad de los efectos obtenidos, ya que no se pudo evaluar el impacto del ayuno intermitente a largo plazo en el mantenimiento del peso y en la reducción del riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Además, los investigadores señalaron que la heterogeneidad entre los estudios analizados —debido a las variaciones en las estrategias de ayuno y la calidad variable de los ensayos— limita la certeza de las conclusiones.

A pesar de las limitaciones del estudio, los investigadores concluyeron que las evidencias actuales sugieren que las dietas de ayuno intermitente podrían ser tan efectivas como las dietas tradicionales de restricción calórica en cuanto a la pérdida de peso y la mejora de ciertos factores de riesgo cardiometabólico. No obstante, enfatizan la necesidad de ensayos más largos y con mayor control para confirmar estos beneficios y determinar si estas estrategias de dieta pueden sostenerse en el tiempo sin efectos negativos.

En reacción a este estudio a la Agencia SMC, Ismael San Mauro Martín, investigador del Grupo CINUSA, destacó que el metaanálisis se lleva a cabo "con rigor y amplitud" y que presenta un análisis metodológico sólido que permite extraer estimaciones precisas. San Mauro también valoró positivamente la claridad con la que los autores del estudio expusieron las limitaciones de la investigación, lo que aporta transparencia a las conclusiones. En cuanto a los resultados, San Mauro indicó que, aunque la pérdida de peso es "modesta", el ayuno en días alternos se posiciona como una "herramienta adicional válida" dentro de un enfoque dietético personalizado, sin la intención de sustituir otras estrategias más convencionales. Además, señaló que la aplicación clínica del ayuno intermitente debe ser ajustada a las necesidades de cada paciente, considerando su contexto y características individuales.

Por su parte, Maik Pietzner, catedrático de modelado de datos de salud en la Universidad Queen Mary de Londres, se mostró de acuerdo en declaraciones a la misma agencia con las conclusiones del estudio, destacando la ejecución equilibrada de la investigación. No obstante, Pietzner señaló que la pérdida de peso observada en todos los regímenes dietéticos, incluidos los basados en el ayuno intermitente, es relativamente moderada. También alertó sobre la falta de estudios a largo plazo que evalúen el impacto de estas dietas en la sostenibilidad del peso y la aparición de enfermedades crónicas. Pietzner sugirió que la adherencia a estos regímenes dietéticos a largo plazo podría ser un desafío, lo cual es crucial para que cualquier intervención dietética sea verdaderamente eficaz.

Además, Pietzner hizo hincapié en la necesidad de investigar los efectos de las dietas de ayuno intermitente en la masa muscular, un aspecto que, según él, ha sido pasado por alto en la mayoría de los estudios sobre obesidad. Los efectos de estas dietas en la preservación de la masa muscular son especialmente importantes en el contexto de intervenciones farmacológicas para la obesidad, las cuales ya han comenzado a abordar esta preocupación.

En resumen, el estudio aporta información valiosa sobre las dietas de ayuno intermitente, pero subraya que, aunque pueden ser útiles en la reducción de peso, no deben considerarse como una solución única. Las estrategias dietéticas deben ser personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada paciente, con un enfoque centrado en la sostenibilidad a largo plazo y en la mejora de la salud general.