La generación que llora en silencio: ansiedad, depresión y autolesiones

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La generación que llora en silencio: ansiedad, depresión y autolesiones

La generación que llora en silencio: ansiedad, depresión y autolesiones

La pandemia tuvo un efecto devastador en la salud mental de los jóvenes españoles, con tasas de ansiedad y depresión que se han duplicado desde 2016, según datos del seminario Lundbeck, que acaba de celebrarse en Sitges (Barcelona). Pero la causa no es única: además del coronavirus, otros factores explican este aumento, como el uso excesivo de redes sociales, el ciberacoso, el acceso precoz a contenidos poco apropiados, la presión de los estudios y la incertidumbre y falta de expectativas ante un futuro laboral precario.

Los datos del Observatorio de la Salud Mental Infanto-Juvenil , desglosados por el doctor Lorenzo Armenteros, de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), son demoledores: más del del 60% de los jóvenes reporta haber experimentado ansiedad o síntomas depresivos el año pasado. Y el porcentaje de personas que han pensado en el suicidio alcanza el 55%. En todos los casos, las mujeres se ven más afectadas que los hombres.

La soledad no deseada es otro motivo de preocupación, ya que afecta al 35% de los encuestados, especialmente a mujeres y personas con bajos ingresos.

Uno de los motivos de esta situación, en opinión del doctor Armenteros, es la falta de profesionales sanitarios que traten a estos pacientes. “El acceso a psicólogos clínicos es limitado y las listas de espera superan, en muchos casos, los seis meses”, ha advertido.

Foto: Estrés y ansiedad minan a los jóvenes. (iStock)

Desde su punto de vista, estos datos suponen una llamada de alerta a las instituciones porque la situación “es crítica. Es crucial mejorar la detección temprana de problemas emocionales en el ámbito escolar y se deben reforzar los servicios de salud mental dirigidos a adolescentes”.

Un aspecto que considera clave es colaboración entre familias, centros educativos y servicios sanitarios. Por otro lado, ha abogado por promocionar el bienestar emocional “como prioridad de las políticas públicas. Es urgente que se pongan en marcha intervenciones preventivas y de apoyo psicológico, con políticas públicas que prioricen la salud mental juvenil”.

Más casos en mujeres

Uno de los datos que más llaman la atención, como se ha comentado, es que estos trastornos afectan mucho más a niñas y mujeres jóvenes. El motivo, como ha explicado la doctora Elisa Seijoo, psiquiatra infantil y de la adolescencia y responsable de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Infanto-Juvenil en el Hospital Universitario Central de Asturias, se basa en tres factores: biológicos, de exposición y de maduración.

“La edad media de aparición es de 14-15 años, ha alertado el doctor Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y catedrático de Psiquiatría en la Universidad Complutense. El impacto de la soledad no deseada y de las redes sociales -que permiten un acoso que puede llegar a producirse 24 horas al día, 7 días a la semana- otros factores que, desde su punto de vista, son clave y que han conducido a un aumento de las autolesiones. En su opinión, el futuro de la Psiquiatría pasa por potenciar la relación con la Atención Primaria.

En primera persona

Laia Rico ha sido paciente de salud mental. Fue diagnosticada a los 15 años tras sentir “un agotamiento una tristeza muy profunda, que me anulaba y no me dejaba dormir. Sin embargo, en su familia consideraban que era perezosa y comenzaron los ataques de ansiedad. Pidió ayuda a sus padres y comenzó a ir al psicólogo, pero no hubo conexión. La situación derivó en autolesiones, “que me hacían sentir algo, como estar viva”.

Foto: Foto: iStock.

Una nueva psicóloga pudo reconducir la situación. Tras diferentes diagnósticos erróneos y tratamientos, años después supo que tenía un trastorno límite de personalidad. Ahora, correctamente tratada, vive una vida normal, estudiando en la universidad la carrera de Psicología, viajando siempre que puede y con una relación estable.

“Es difícil ser joven ahora mismo, la sociedad nos exige muchísimo, a lo que debe añadirse nuestra autoexigencia, con unos estándares que son imposibles”, ha advertido. Y como recomendación a los padres que comienzan a ver comportamientos extraños en sus hijos, ha aconsejado “que escuchen y se conviertan en un espacio seguro más”.

La pandemia tuvo un efecto devastador en la salud mental de los jóvenes españoles, con tasas de ansiedad y depresión que se han duplicado desde 2016, según datos del seminario Lundbeck, que acaba de celebrarse en Sitges (Barcelona). Pero la causa no es única: además del coronavirus, otros factores explican este aumento, como el uso excesivo de redes sociales, el ciberacoso, el acceso precoz a contenidos poco apropiados, la presión de los estudios y la incertidumbre y falta de expectativas ante un futuro laboral precario.

El Confidencial

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