El nutriente olvidado que tu cerebro necesita y casi nadie consume (aunque está en estos alimentos cotidianos)
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Pese a estar presente en productos tan comunes como los huevos, el pollo o la coliflor, la colina sigue siendo uno de los nutrientes más desconocidos en nuestra alimentación. Se trata de un compuesto esencial para el cerebro, el hígado y el sistema nervioso, pero la mayoría de la población no alcanza la cantidad diaria recomendada. A diferencia de vitaminas y minerales más populares, su papel ha pasado desapercibido en muchas guías dietéticas, a pesar de que resulta clave para el aprendizaje, la memoria y el estado de ánimo.
Las evidencias científicas disponibles muestran que una ingesta suficiente de colina podría contribuir a un mejor desarrollo cognitivo y a la prevención de trastornos como el TDAH o la dislexia. En embarazadas, su impacto puede ser determinante: algunos estudios apuntan a que influye en la memoria de los hijos años después del nacimiento. Además, se ha observado que actúa como factor protector frente al hígado graso y favorece el equilibrio de las membranas celulares. Su papel en la salud es más amplio de lo que se pensaba.
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Los datos disponibles alertan de un consumo insuficiente. Según estudios realizados en Estados Unidos, solo el 11 % de los adultos llega a los niveles recomendados. En Europa, la EFSA aconseja una media de 400 miligramos al día en adultos, y algo más en mujeres embarazadas o lactantes. Alcanzar esa cantidad solo con fuentes vegetales no siempre es sencillo. Por eso, quienes no consumen alimentos de origen animal, como los huevos o la carne, pueden necesitar una planificación alimentaria más precisa o recurrir a suplementos.
Más allá de su implicación en el desarrollo cerebral, también se ha vinculado a la salud mental y ósea. Una mayor ingesta se ha asociado a niveles más bajos de ansiedad y a una densidad mineral ósea superior, lo que sugiere un posible efecto protector frente a fracturas. Aunque se necesita más investigación, expertos como la doctora Emma Derbyshire o la investigadora Øyen Jannike subrayan que la colina debería recibir mayor atención. Introducirla de forma regular en la dieta es, según coinciden, una medida sencilla con grandes beneficios.
El Confidencial