¿Brazo izquierdo o derecho? La ciencia revela que sí importa dónde se ponen las vacunas

Detrás de cada inyección, se activa una compleja maquinaria biológica en cuestión de segundos. Los ganglios linfáticos, las células de memoria y los anticuerpos comienzan su trabajo apenas el cuerpo recibe el antígeno. Aunque durante mucho tiempo se ha asumido que la ubicación del pinchazo no altera su eficacia, nuevas investigaciones científicas indican lo contrario.
La elección entre el brazo izquierdo o el derecho suele depender de la comodidad, la costumbre o la sensibilidad del momento. Sin embargo, esa decisión está vinculada directamente al sistema inmunológico y puede influir en cómo el cuerpo se defiende frente a futuras exposiciones al patógeno.
Durante el proceso de inmunización, el antígeno de la vacuna ingresa al organismo para simular una amenaza real. Desde ese instante, los ganglios linfáticos, que funcionan como centros de entrenamiento inmunitario, procesan el material e instruyen a las células para que actúen con rapidez y precisión si el virus real llega a aparecer.

Vacunarse dos veces en el mismo brazo produce anticuerpos más rápido. Foto:iStock
Investigadores del Instituto Garvan de Investigación Médica y del Instituto Kirby de la UNSW Sídney, en Australia, analizaron cómo influye el lugar del cuerpo donde se aplica una vacuna. Descubrieron que, al aplicarla, ciertos macrófagos en los ganglios linfáticos se preparan para activar a las células inmunitarias si la dosis de refuerzo se aplica en el mismo brazo que la primera.
“Este es un descubrimiento fundamental sobre cómo el sistema inmunológico se organiza para responder mejor a las amenazas externas: la naturaleza ha creado este brillante sistema y apenas ahora estamos empezando a comprenderlo”, afirmó el profesor Tri Phan, coautor principal del estudio y director del Programa de Inmunología de Precisión en Garvan.
La respuesta del ganglio linfático local es más velozEl trabajo, publicado en la revista Cell, muestra que los macrófagos ubicados en los ganglios linfáticos cercanos a la zona de la inyección desempeñan un papel clave en la activación de las células B de memoria, encargadas de producir anticuerpos. Cuando una dosis de refuerzo se aplica en el mismo brazo, la respuesta de estas células es más rápida y eficiente.
“Logramos esto analizando la compleja biología en ratones y luego mostramos hallazgos similares en humanos. Todo esto se realizó en el lugar donde se genera la respuesta a la vacuna: el ganglio linfático”, explicó Anthony Kelleher, profesor de Scientia y director del Instituto Kirby.
Con el uso de imágenes intravitales avanzadas, los investigadores observaron que las células B de memoria migran a la parte externa del ganglio linfático local, donde interactúan con macrófagos que ya se encuentran en alerta tras la primera dosis. Estos macrófagos capturan con rapidez el antígeno de la segunda dosis y activan una producción más eficaz de anticuerpos.

En humanos, se analizó la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech. Foto:EFE
Se conoce que los macrófagos cumplen funciones como eliminar células muertas o devorar patógenos. Este estudio indica que también participan en preparar al cuerpo para una segunda exposición más veloz y efectiva. “La ubicación sí importa”, concluye Rama Dhenni, coautor principal del estudio.
Ensayo clínico con vacuna contra el COVID-19Para confirmar los hallazgos en humanos, el Instituto Kirby realizó un estudio clínico con 30 personas que recibieron la vacuna de ARNm contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech. Veinte de los participantes recibieron la dosis de refuerzo en el mismo brazo, mientras que los otros diez fueron vacunados en el brazo opuesto.
“Quienes recibieron ambas dosis en el mismo grupo produjeron anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 significativamente más rápido, durante la primera semana después de la segunda dosis”, explicó Alexandra Carey-Hoppé, coautora principal del estudio y estudiante de doctorado en el Instituto Kirby.
Los investigadores también observaron que esos anticuerpos generados por quienes recibieron la vacuna en el mismo brazo eran más eficaces contra variantes del virus, como Delta y Ómicron. “A las cuatro semanas, ambos grupos presentaban niveles de anticuerpos similares, pero esa protección temprana podría ser crucial durante un brote”, añadió Mee Ling Munier, coautora principal y líder del grupo de Inmunogenómica de Vacunas del Instituto Kirby.
Aunque con el tiempo las diferencias en la protección se reducen, la ventaja en las primeras semanas resulta relevante en el contexto de una pandemia o frente a virus de rápida propagación.
Implicaciones para futuras campañas de vacunaciónEstos hallazgos permiten pensar en nuevas estrategias para mejorar la eficacia de las campañas de vacunación. Recibir todas las dosis en el mismo brazo podría convertirse en una recomendación útil para acelerar la respuesta inmune, especialmente en escenarios donde cada día cuenta para contener el avance de un virus.
La investigación sugiere que esta práctica ayudaría a lograr una inmunidad colectiva más rápidamente, un objetivo clave en el caso de virus que evolucionan con rapidez y generan nuevas variantes con frecuencia.
Los autores del estudio destacan que estos resultados no solo abren la posibilidad de ajustar las pautas de vacunación, sino también de estudiar más a fondo el papel que desempeñan los ganglios linfáticos en la memoria inmunológica. Aplicar las dosis en la misma zona podría convertirse en un estándar para reforzar la respuesta del cuerpo frente a enfermedades infecciosas.
La importancia de la vacunación, sus lineamientos y precauciones | Le tengo el remedioMás noticias en EL TIEMPO*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Europa Press, y contó con la revisión de la periodista y un editor.
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