Autodestruirse en cinco segundos

La resaca eurovisiva multiplica las interpretaciones para explicar el mal resultado de la representante de RTVE en el festival celebrado en Basilea. En RNE, Josep Cuní pregunta a sus oyentes: “¿Creéis que el voto del jurado profesional debería pesar más que el de la audiencia?” Es una pregunta que también se hicieron los responsables de la participación española en Eurovisión cuando, en el 2008, se presentó, gracias a un subversivo proceso de aclamación popular, Rodolfo Chiquilicuatre. El programa Anatomía de... (La Sexta) desmenuzó todos los ingredientes de aquel episodio, un monumento al sabotaje y al troleo que consiguió lo que hoy sería imposible teniendo en cuenta las presiones de los lobbies de eurofans y la inquisición horizontal que gobierna las redes sociales.
El exfutbolista Gary Lineker durante una retransmisión )
Ian Walton / Ap-LaPresseEste capítulo de Anatomía de... relativiza la retórica de la trascendencia geopolítica y del conflicto diplomático atribuida al festival. Un festival que sigue siendo, además de una máquina de hacer audiencia, una autoparódica, estrafalaria y a ratos divertida galería de los horrores. En la tertulia matinal de la Cope, comentan que el televoto es fácilmente manipulable y, hablando de la canción de Melody, la exdiputada y periodista Anna Grau afirma: “En la ducha yo también soy una diva valiente”.
El antagonista es la Entidad, encarnación totalitaria de la inteligencia artificialPara mañana se anuncian preestrenos de Misión imposible: la sentencia final , que se estrena oficialmente el viernes. Es el último capítulo, dicen, de la serie de éxitos producidos e interpretados por Tom Cruise. Los que ya la han visto cuentan que es, con diferencia, la película más política de la serie. El antagonista en la sombra es la Entidad, encarnación totalitaria y exterminadora de la inteligencia artificial. Su omnipresente, mesiánico y cienciológico protagonista nos sitúa en un contexto que parece el diagnóstico de un buen editorialista. “La verdad desaparece y llega la guerra”, dice Cruise con un retintín filosófico que, durante las dos horas y cuarenta y tres minutos de metraje, nos recuerda que el gran enemigo de la humanidad es el miedo (es lo mismo que dijo el papa León XIV en su primer discurso).
Lee tambiénEl exfutbolista Gary Lineker ya había decidido retirarse como presentador de la BBC antes de la acusación de antisemitismo que hoy le persigue y condena. La inmediatez mediática es perversa porque, al mismo tiempo que se explica que Lineker publicó un comentario con referencias antisemitas en la red, también añade que pidió perdón después de explicar que ignoraba su dimensión simbólica. La noticia no miente porque, en efecto, Lineker se retira. Pero el error admitido queda en segundo plano y no podrá impedir que la acusación de antisemita prevalezca sobre la libertad individual de opinar y sobre el error de no contar hasta diez antes de subir un mensaje público a la red y de creer que nuestras opiniones pueden, como Tom Cruise, salvar el mundo.
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