Pacers hace valer la localía y retoma la ventaja sobre Thunder

Casi 18 mil gargantas hicieron que el Gainbridge Fieldhouse explotara de júbilo cuando Pascal Siakam se colgó del aro para conseguir la volcada que definió el rumbo del juego 3 en Las Finales de la NBA.
Los Pacers de Indiana llegaron a la serie por el título como supuestas víctimas, pero tienen ventaja de 2-1 sobre un Thunder de Oklahoma City que volvió a ser ese equipo que no sabe qué hacer en una mala noche de Shai Gilgeous-Alexander.
Porque la victoria (116-107) de los monarcas en la Conferencia Este se basó en controlar al Jugador Más Valioso de la campaña regular. El canadiense terminó con 24 puntos, 12 menos que los promediados en los dos primeros encuentros.
Ahí estuvo la clave para los Pacers, que perdían por cinco unidades después de tres cuartos, pero jamás se desesperaron.
Tyrese Haliburton volvió a aparecer cuando se le necesitaba; además, fue respaldado por Siakam y Bennedict Mathurin, quien salió del banquillo para aportar 27 unidades. Héroe inesperado.
Eso explicó el júbilo. El título está a dos victorias.
SV
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