La evolución de Flick

Victor Valdés, tras su victorioso debut en el banquillo del Real Ávila CF, equipo que milita en la Segunda Federación, tuvo en la rueda de prensa posterior al partido palabras de felicitación para el Barça por haber ganado al Madrid en la final de la Copa del Rey y elogió la figura de Hansi Flick. Del técnico alemán, el legendario portero dijo que “disfruto mucho viendo jugar al Barça, porque el entrenador ha sabido ver hacia donde ha evolucionado el fútbol y le ha sabido dar ese toque al 4-3-3 con otra dinámica del juego”. Victor, que tuvo problemas en su breve estancia dirigiendo al juvenil blaugrana porque quería darle su interpretación personal al modelo de juego barcelonista, añadió que “creo mucho en el fútbol que practican porque en el fútbol de verdad hacía tiempo que alguien tenía que implantar de verdad”.
El estancamiento del estilo del Barça ha sido un debate apasionado que se ha mantenido en los últimos años en el entorno barcelonista con significadas discusiones entre los más dogmáticos defensores del modelo y por los que reclamaban una evolución hacia un juego más directo y vertical. El propio Jordi Cruyff reconoce haber tenido alguna discusión en su etapa de director deportivo con el presidente Laporta, defensor a ultranza del ADN, alabandolas ventajas de jugar atacando más la profundidad. Para fortuna de Flick, su desconexión de los efectos tóxicos que conllevan estar demasiado pendiente del entorno le permite actuar como un espíritu libre, fiel a sus propias convicciones.
La modernización introducida por el entrenador alemán será el gran legado que dejará de su paso por el banquillo del Camp Nou y que irá más allá del número de títulos que conquiste. Lejos quedan aquellos tiempos en los que se criticaba a Luis Enrique por el escaso tránsito que tenía la pelota por el centro del campo para intentar que llegase lo más rápido posible a los dominios del mejor tridente de la historia: Messi-Suárez-Neymar. El nuevo Barça de Flick ha acabado con los dogmatismos anticuados. La falta de posesión del balón, que condenó en su día al Tata Martino, ya no es motivo de discusión porque no se trata de tenerla, que ya es importante, sino de que circule lo más rápidamente posible, para poder atacar sin que el contrario está organizado en defensa, cerrando los espacios.
Después de más de medio siglo de clara influencia holandesa, con Michels, Cruyff, Van Gaal, Rijkaard y Koeman, ha tenido que ser un entrenador alemán, nacido en Heidelberg, como Flick. el que haya modernizado el estilo del Barça, tan arriesgado, como efectivo. Los culés vuelven a confiar ciegamente en su equipo, algo que hacía tiempo no sucedía
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