El gran año español de Jorge Fernández Díaz

Sin duda es un buen regalo de aniversario que te lo felicite personalmente el rey de España. No se puede decir que ocurra con frecuencia, pero es lo que le sucedió a Jorge Fernández Díaz el pasado martes por la noche.
El escritor argentino recogía en Madrid el premio Mariano de Cavia, uno de los más prestigiosos del periodismo español, en la Casa de Abc. Con él, obtenían sus galardones el locutor radiofónico Carlos Alsina (premio Luca de Tena a la trayectoria) y el fotógrafo Txema Rodríguez (premio Mingote por sus imágenes de la Dana).
⁄ Felipe VI destacó la sinceridad y oficio del autor argentino... y le felicitó por su 65 cumpleañosJorge Fernández Díaz es un periodista valiente, un defensor de la racionalidad y los valores democráticos en los momentos más complicados de la vida argentina. Con sus artículos y programas de radio brinda una de las opiniones más seguidas e influyentes de su país. La independencia de juicio le valió en su día recibir fuertes ataques del kirchnerismo y, recientemente, de círculos próximos al actual presidente ¡y de Javier Milei en persona!
A situaciones de este estilo se refiere críticamente en su artículo premiado, “Bienvenidos al populismo de derecha”, publicado originariamente en La Nación de Buenos Aires y donde argumenta que los libertarios argentinos han copiado fórmulas de los populistas de izquierda, incluso han bebido como ellos en la fuente del fallecido filósofo Ernesto Laclau, y abonan la polarización, la desconfianza en las instituciones y el culto a la personalidad, amenazando al centrismo “para que elija trinchera y se cuadre de inmediato”.
Y sentencia Jorge Fernández Díaz que “tal vez por eso el presidente se ofusca tanto, y reacciona como un clásico líder populista que hostiga y ultraja en público a sus objetores”.
La Cena de los Cavia de Abc estuvo presidida por los Reyes. En su intervención, Felipe VI recordó que en un contexto como el actual, más que nunca, “el periodismo debe conservar su esencia: informar con veracidad, promover el debate público y estimular el pensamiento crítico”. De Fernández Díaz alabó su “completa sinceridad” como analista, expresada “con una prosa directa, respetuosa y sin rodeos”, momento que aprovechó para felicitarle también por su aniversario, enterado de que cumplía 65 años ese día.
Felipe VI aludió también a que los padres del escritor, “Marcial y Carmina –asturianos emigrados a Argentina–, quizás confirmarían, incluso orgullosos, lo que su hijo siempre creyó: que el periodismo valía la pena”.
La alusión no es casual e incide en otra amplia dimensión del trabajo del galardonado: la llevada a cabo como novelista, culminada de momento en la obra El secreto de Marcial, que obtuvo el premio Nadal de la editorial Destino el pasado mes de enero, abriendo así el que bien puede considerarse el gran año español del escritor, quien en el acto del martes tuvo también la oportunidad de cenar junto a la reina Letizia, acreditada lectora y defensora del mundo del libro.
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El secreto de Marcial, reseñada en estas páginas el pasado 15 de febrero, ofrece una mirada al pasado familiar de un escritor que con el libro Mamá , consagrado a su progenitora, obtuvo un sonado superventas en el año 2002. Ahora es el fallecido padre, a menudo eclipsado en vida por la vitalidad materna, quien consigue su atención. Y la experiencia de Fernández Díaz en el género de misterio, del holmesiano El dilema de los próceres a la trilogía del espía Remil, le ha dotado del savoir faire para hacer avanzar la crónica familiar como una novela de intriga.
El secreto de Marcial, que Fernández Díaz ha presentado en Barcelona esta semana, constituye además un regalo para los amantes del cine, donde la relación entre padre e hijo se visibiliza compartiendo películas del Hollywood clásico en un recorrido que habría hecho las delicias de Terenci Moix. Y que, como buen cinéfilo, ha hecho las mías.
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