Con un mapa visual colectivo comenzó NODO 2025, y anunció su expansión nacional

Una muestra que surge entre viajes, encuentros en talleres, charlas de trastienda y cafés que consolidan el vínculo entre Meridiano –la Cámara Argentina de Galerías de Arte Contemporáneo–, la curadora Lara Marmor y 9 galerías de Salta, Córdoba, Colonia Caroya, Rosario, Rafaela y la Provincia de Buenos Aires. La exposición Los encuentros impredecibles, en la planta baja de la Torre Macro, inauguró el lanzamiento de la cuarta edición de NODO Circuito de galerías, el evento insignia de la cámara que se consolida como un evento federal.
“Estamos muy felices de ver cómo crece y se fortalece este proyecto, pero NODO aún debe ser mayor, direccionando la visión y misión de nuestra cámara, fortaleciendo el ecosistema federal del arte contemporáneo”, señaló en el auditorio Diego Obligado, presidente de Meridiano, junto a María Casado en representación de toda la comisión directiva.
Y acto seguido anunció la realización de una edición de NODO Nacional, “una herramienta estratégica para consolidar las distintas escenas y el rol de las galerías como agente clave para articular diálogos efectivos entre entes públicos y privados”.
El cóctel de apertura de NODO 2025, en la Torre Macro.
Esta dimensión nacional de NODO se manifiesta en la muestra que rodea el cóctel de apertura. Los encuentros impredecibles presenta el trabajo de 22 artistas de diversas latitudes de nuestro país, que invitan a ampliar la mirada sobre nuestro presente y extender lazos con las prácticas artísticas contemporáneas más allá de los centros neurálgicos.
Cada una de las obras fueron realizadas entre el año 2020 y 2025, un rango de tiempo ínfimo en relación a nuestra extensa historia pero durante la cual sucedieron tantas cosas que hasta las capas tectónicas de la tierra temblaron.
Dos palabras resuenan a lo largo de la muestra: tiempo y cambio. ¿Qué quieren decir en este contexto y cómo nos paramos frente a ellas? Bajo la visión de Marmor, estos conceptos están relacionados a las novelas de la autora afro-futurista Octavia Butler, quien "reconoce que necesitamos un cambio para seguir viviendo en este mundo que está roto y necesita de nuevas epistemes y creencias para que podamos seguir viviendo en él sin caer en la angustia de la distopía y todo lo que rodea a la sensación de fin: el Fin del mundo como lo conocíamos", explica.
Al mismo tiempo, enfatiza que este tema, lejos de las tendencias, atraviesa su labor curatorial desde hace varios años y que plasma en exposiciones donde invita a analizar, y por qué no desintegrar, el binomio "ancestral-contemporáneo". El concepto, desarrollado por el filósofo brasileño Aiton Krenak, plantea una noción de temporalidad, "que contra la idea de progreso y la perspectiva lineal del tiempo, aborda al futuro en relación directa con el pasado, el territorio y el cosmos", agrega Marmor.
Las cerámicas de Lola Goldstein, a través de la galería María Casado.
Y alerta: "Ante la ebullición, en los últimos años, de poéticas del antropoceno, el paradigma temporal propuesto por Krenak se transforma en una herramienta metodológica para abordar el modo en que saberes y prácticas provenientes de antiguas cosmovisiones atraviesan la imaginación artística como un fenómeno propio de estos tiempos de vulnerabilidad". Esto se evidencia en las tres grandes zonas que engloban la exposición: Saberes Ancestrales, Mirar el cielo más que la tierra y Líneas de fuga desde la ciudad, que plantean ese cambio de perspectiva que necesitamos de forma urgente.
Los encuentros impredecibles está emplazada en la planta baja de la Torre Macro, en una de las áreas más agitadas de la ciudad y que funciona como hogar del Banco Macro que nuevamente toma la iniciativa de aliarse con Meridiano para acompañar una nueva edición de NODO como sponsor principal.
NODO 2025
En este entorno las obras asumen el desafío de pensarse en este imponente espacio vidriado, de pisos blancos, altas columnas y mucho movimiento ajeno al mundo del arte. Así se crean guiños y conexiones entre los escenarios naif de Lola Goldstein que comienzan en la pared y salen con sus cerámicas de flores que se apropian de repertorios ancestrales orientales y se arrastran hasta la otra punta de la sala para extenderle la mano a los dibujos de Miranda Sarkis, que evidencia el amor por el trabajo manual de la misma manera que lo hacen Elida Mendoza también desde la cerámica, portando las herencias de una técnica que de otra manera estaría perdida.
De la misma forma, los objetos de Lilia Lucas y Candelaria Aaset, que exponen sus vasijas de chaguar –contenedores de secretos y memorias– que a su vez proponen borrar las fronteras entre arte y artesanía.
En el otro extremo de la sala, las esculturas en madera de cedro, vidrio, yeso y pelo sintético de Carlos Aguirre se elevan y salen al encuentro de los personajes potentes y diabólicos que protagonizan los dibujos de Sofía Rossa, representante de la nueva escena de arte en Rafaela, y una frase lapidaria realizada en hierro esmaltado, sutil y elegante, de la artista Sol Quirincich, una pieza que forma parte de un extenso trabajo que realizó en vínculo con la obra, historia y figura de Lola Mora. "Poquita cosa en apariencia" se lee a la distancia. Eso que la prensa decía acerca de la gran escultora, subestimando la grandeza de su intachable talento.
Por último, hay un pequeño sector que recibe toda la luz de la tarde a través de los grandes ventanales del edificio. Un paraíso para las piezas en mostacillas del santafesino Román Vitali y las pequeñas piezas en bronce, alpaca, cobre y cemento de Patricia Spessot, que devuelven una sombra poética y maleable que se transforma a medida que pasan las horas del día.
NODO 2025
Estos artistas son apenas un puñado del extenso y heterogéneo grupo que conforma "Los encuentros impredecibles", que nos abre la puerta a la posibilidad de crear un mapa visual único y atesorar lo que la mirada capta, sembrando guiños espontáneos que van más allá de las tres islas planteadas por Marmor, frente a la posibilidad de ampliar nuestro presente.
"Llegó la hora de reforestar nuestro imaginario", rescata Lara cuando no va a referirse a un discurso de Krenak que plantea "ampliar el alcance de nuestra mirada y confiar en la construcción de nuevas y sólidas alianzas afectivas" para volver a aproximarnos a la urbe, a la vida en el cemento, desde donde se puede pensar en un plan B, un escenario más utópico, libre y potente. En su texto, Marmor rescata la idea de "una poética del urbanismo", algo necesario de debatir no solo acá sino en cualquier parte del mundo.
Las vasijas de chaguar de Lilia Lucas y Candelaria Aaset, mediante Casa Galería, Salta.
Sin embargo, es curioso y alentador que muchas de estas imágenes provienen de territorios menos caóticos y empastados que este. Plantemos un árbol, levantemos el bosque, encontremos espacios para los jardines y reprogramemos nuestro hábitat a través del arte.
Los encuentros impredecibles se puede visitar en la Torre Macro (Av. Madero 1172). El sábado 10, a las 15.30 se ofrecerá una visita guiada abierta al publico con acceso libre y gratuito, como parte el Programa de Mediación de NODO.
Para acceder es necesario registrase en el link en bio del perfil de Instagram de @somosmeridiano
Clarin