‘Tuve que convencer a David Lynch de hacer 'Twin Peaks', porque él no había hecho televisión’: Mark Frost

Por estos días, mientras las plataformas de streaming renuevan sus catálogos todos los días, hay un nombre que resurge: Twin Peaks, la serie que en 1990 redefinió lo que podía ser la televisión. Para conmemorar los 35 años de su estreno, MUBI está ofreciendo este título en su plataforma.
Creada por David Lynch y Mark Frost, la serie combinó misterio, surrealismo, humor negro, crimen y drama psicológicos, además de una buena dosis de hechos extraordinarios. Su influencia es visible en decenas de producciones posteriores. Desde Stranger Things y Dark hasta True Detective o The OA.
Twin Peaks no solo es un clásico, sino una obra adelantada a su tiempo, tan extraña como fascinante, que abrió la puerta a una nueva forma de contar historias en la pantalla chica. Su estreno fue un fenómeno cultural, y su legado creció aún más con el tiempo, sobre todo en 2017, tras su regreso con una aclamada tercera temporada.
Mientras que Lynch fue el genio visual, Frost fue el arquitecto narrativo como guionista, productor y co-creador de la serie. Frost no solo ayudó a construir el enigma de Laura Palmer (personaje en el que gira la serie y que fue interpretado por Sheryl Lynn), sino que fue clave en darle profundidad emocional, estructura mítica y coherencia a un relato que sigue desafiando las reglas de la ficción.

Mark Frost, guionista, productor y cocreador de ‘Twin Peaks’. Foto:Userplace
En esta conversación exclusiva con EL TIEMPO, Frost habla sobre los orígenes de la serie, su sociedad creativa con Lynch, los retos de ser pioneros, el fenómeno del fandom sin marketing, y lo que significa para él haber creado una obra que, 35 años después, sigue viva, vigente y misteriosa.
Mientras escribía 'Twin Peaks', una historia algo críptica, onírica y extraña, ¿pensó que era una buena idea que iba a volverse tan importante como finalmente ocurrió?
Sí pensé que era una buena idea, pero no tenía idea de cómo la iba a recibir la gente. Le dije a David que nos habían dado una oportunidad y que teníamos que intentar hacer el mejor programa posible. Uno que quizás nadie había intentado antes en la televisión abierta. Y teníamos la esperanza de que funcionara. La química entre David y yo, y la manera como trabajábamos, que nos entretenía muchísimo, nos reíamos sin parar, era muy especial. Pensábamos que, si lográbamos transmitirle a la gente esa diversión, tal vez podríamos lograr algo increíble. Y quizás alguien querría asomarse a ver qué había ahí. Pero proyectar que íbamos a tener cifras de audiencia comparables a las del Super Bowl era una locura pensarlo. Y sin embargo, dos años más tarde del estreno, eso fue más o menos lo que pasó.
Estamos hablando de 1990. ¿Cómo supieron que el público estaba preparado para algo tan distinto, ambiguo y desafiante, que era una historia adelantada a su tiempo?
Creo que por dos razones. La primera: cuando yo era niño, mi papá trabajaba en la industria y estuvo involucrado en algunos de los programas de la llamada ‘edad dorada de la televisión’ en Nueva York. Eran obras en vivo, escritas, dirigidas y actuadas por los mejores de Estados Unidos. Yo me preguntaba por qué no se podía hacer algo así de nuevo. Aunque teníamos programas como Dinastía o Dallas, no significaba que la tradición de la ‘edad dorada’ estaba muerta. Y la segunda razón es que venía de trabajar en Hill Street Blues, una serie que también rompió muchas convenciones y elevó los estándares. Haber formado parte de eso me hizo pensar que el público estaba más preparado de lo que la industria creía. Así que nos arriesgamos.

Lynch (d) dando instrucciones a dos actores durante la grabación de la nueva temporada de Twin Peaks Foto:Suzanne Tenner
Se arriesgaron y, 35 años después, estamos viviendo una explosión de series que usan misterio o elementos psíquicos. ¿Cree que fue 'Twin Peaks' la que abrió esa puerta?
No sería correcto decir que fue la única razón, pero sí creo que tuvo un papel importante. Y me alegra que haya sido así. Aunque también debo decir: no siempre conviene adelantarse a tu tiempo. Pero, como la industria cambió, pasamos del VHS al DVD, y de repente todo el mundo tenía uno... Y Twin Peaks empezó a verse de nuevo a principios de los 2000, cuando finalmente salió en DVD. La serie volvió, y su reputación incluso creció más que en su momento original. Y por eso, en 2012, llamé a David y le propuse una forma de traerla de vuelta. Y así nació la tercera temporada, 25 años después, justo como lo decía la serie original. Fue el capítulo final que merecía.
En los años 90, 'Twin Peaks' era el único contenido de ese tipo. Tal vez por eso la gente se volcó a verlo: era lo único disponible si quería algo distinto. Pero hoy hay cientos de propuestas similares, y 'Twin Peaks' sigue vigente. ¿Por qué cree que aún es relevante en un mundo donde se puede elegir cualquier cosa?
Desde el inicio decidimos no hacer algo descartable. Lo pensamos como algo que iba a durar, como un buen carro o una pieza hecha con cuidado. Algo funcional, sólido, que le diera a la gente una experiencia. Y cuando volvimos con la tercera temporada, redoblamos la apuesta. Llevamos al público a lugares completamente distintos, con una narrativa más compleja y mitológica. Sabíamos que la audiencia iba a estar lista para seguirnos donde fuera. Y por suerte nos siguieron.
Desde el inicio decidimos no hacer algo descartable. Lo pensamos como algo que iba a durar, como un buen carro o una pieza hecha con cuidado. Algo funcional, sólido, que le diera a la gente una experiencia
Ya que hablamos de las múltiples opciones que existen hoy... Como cocreador de 'Twin Peaks', ¿qué tipo de contenidos actuales del estilo de la serie ve usted?
Me atrae cualquier cosa que esté bien hecha, sin importar el género. Con una sola excepción: las películas animadas. Vi tantas cuando mi hijo era niño que ahora me enloquecen un poco. Pero en general, si una película habla el lenguaje del cine, del mito, de la narración simbólica... yo estoy ahí.
Ha mencionado a David Lynch varias veces, y quería preguntarle por su proceso creativo con él.
Fuimos amigos desde que nos conocimos, en 1985, en otro proyecto: yo iba a escribirlo y él, a dirigir. Al final no se hizo –como suele pasar en Hollywood–, pero ahí descubrimos que teníamos una conexión creativa real. Twin Peaks llegó por casualidad. No estábamos buscando hacer televisión, pero nos lo propusieron y vimos la oportunidad. Tuve que convencerlo, porque él nunca había hecho televisión. Le dije que si lo hacíamos bien, podíamos cambiar las reglas del juego y que nada estaba prohibido. Y fue como ser Tom Sawyer y Huck Finn. Íbamos a pintar una cerca... y de pronto todos querían ayudarnos. Armamos una comunidad hermosa de artistas, técnicos, actores, directores. Fue una etapa gloriosa.

David Lynch falleció el 16 de enero de 2025 a sus 78 años. Foto:EFE
'Twin Peaks' tuvo un 'fandom' antes de que existieran las estrategias de marketing como las conocemos hoy. Fue algo muy orgánico...
Totalmente. Me acuerdo perfecto: estábamos trabajando en la segunda temporada, y el internet era algo muy nuevo. Un día, el productor ejecutivo llegó y me tiró una pila de papeles en el escritorio. Eran fotocopias de foros en línea de gente hablando de la serie. Me voló la cabeza ver cómo se había creado una comunidad global, espontánea, que conectaba con lo que hacíamos.
Sé que es raro hablar con el periódico del lunes, pero si tuviera que escribir 'Twin Peaks' hoy, ¿haría algo distinto?
Seguramente, sí. Como dijiste, hoy las reglas y expectativas son muy diferentes, más generosas incluso. Probablemente haríamos algo completamente fuera de lo común, como algunas ideas locas que tuvimos al principio. Pero parte de la diversión era justamente eso: explorar, abrir nuestro propio camino en la selva. No sé si querría perderme esa parte. Fue una de las cosas que más disfruté.
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