Probamos el Saros Z70 el robot aspirador que te organiza la casa
No sé si será la edad o no, pero cada vez me emociona más analizar aspiradores, que otros dispositivos. Hace poco probamos el Saros 10R, que era capaz de dar pequeños saltos para saltar obstáculos, ahora es el turno del Saros Z70, que intenta redefinir por completo su categoría. Es el primer robot aspirador del mercado que incorpora un brazo mecánico plegable de cinco ejes con capacidad para mover objetos, una especie de pequeño robot doméstico que no solo aspira y friega, sino que también organiza la casa. Al menos sobre el papel. Cuesta nada menos que 1.700 euros, lo que lo sitúa directamente en la gama más alta del mercado.
El Saros Z70 sigue siendo uno de los robots más delgados del mercado, apenas 7,98 cm de altura a pesar del brazo articulado, esto le permite colarse sin problemas por debajo de muebles bajos. El sistema de navegación prescinde del módulo LiDAR que acostumbra a usar Roborock y lo sustituye por sensores de tiempo de vuelo y visión estructurada para moverse con soltura por la casa.
El sistema de limpieza, se sitúa entre los mejores del mercado con una potencia de succión de 22.000 Pa, y un conjunto de cepillos de goma que evitan enredos con pelos, y que incluyen una cuchilla que los corta. Algo muy útil para hogares con mascotas.
El fregado también es de lo mejor que hemos visto hasta ahora, dos mopas giratorias que suben y bajan automáticamente sobre alfombras, friegan con agua caliente a 80 grados y se limpian y secan solas en la estación de carga. La base, llamada Multifunctional Dock 4.0, es grande pero completa, vacía el polvo, seca y lava las mopas, rellena el depósito de agua y hasta dispensa detergente, lo que le da una autonomía prácticamente de semanas.
El brazo robótico OmniGrip es el gran reclamo del Z70, se guarda en el interior del robot cuando no está en uso, puede agarrar pequeños objetos, como, calcetines, pañuelos de papel o incluso zapatillas ligeras de hasta 300 gramos y apartarlos del camino para que el robot pueda limpiar. En nuestras pruebas lo hemos visto colocar objetos en su caja designada, Roborock sólo incluye una, y mover obstáculos. Aunque no siempre lo hace con éxito.
Funciona mejor en modo manual a través de la app que en modo automático, porque le cuesta identificar objetos, aunque Roborock está constantemente ampliando el número de objetos que la Saros Z70 reconoce. Durante nuestras pruebas ha conseguido mover objetos correctamente, pero con extremada lentitud, y no siempre los identifica bien a la primera. El uso del brazo está limitado, y además requiere que «entrenemos» correctamente al Z70 sobre qué recoger y dónde depositarlo.
El brazo es un buen «experimento», pero como cualquier cambio revolucionario, no es tan autónomo ni tan preciso como nos gustaría, aunque sí hace un buen trabajo apartando las cosas del suelo. Si tenéis hijos que dejan todos los muñecos por el suelo, por lo menos los recogerá y seguramente los meterá en su caja.
En cuanto a la navegación, el Saros Z70 reconoce hasta 108 tipos de obstáculos y es capaz de aprender y etiquetar objetos nuevos mediante IA. Su app permite crear mapas de varias plantas, definir zonas restringidas, ajustar la potencia de succión o fregado y controlar el brazo a distancia. Incluye un asistente de voz integrado que funciona sin conexión, y es compatible con Alexa, Siri y Google Home. También es compatible con el protocolo Matter, lo que facilitará su integración con ecosistemas domóticos en el futuro.
Aquí viene la pregunta del millón, ¿vale la pena gastarse más de 1.700 euros en un robot aspirador con brazo robótico? Si quieres experimentar el futuro hoy, es probablemente el robot más avanzado y divertido que puedas comprar. Si lo que buscas es la mejor limpieza por el mejor precio, hay opciones como el Saros 10R que ofrece una limpieza igual por bastante menos dinero.
El Roborock Saros Z70 es una promesa de lo que podría ser la robótica doméstica en unos años, un robot que no solo limpia, sino que también organiza. Lo que pasa es que tienes que armarte de paciencia, es lento, y falla, pero hace su trabajo. El problema del Saros Z70 es más de expectativas que de otra cosa, porque cumplir, cumple con todo lo que promete.
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