Moody's rebaja la calificación crediticia de Estados Unidos al quitarle la triple A

Moody’s rebajó este viernes la calificación crediticia del gobierno de Estados Unidos y perdió el patrón oro de la triple A al bajar un escalón (Aa1). La agencia citó como argumentos los sucesivos fracasos del ejecutivo para frenar el constante incremento de la deuda gubernamental y aumento del coste de los intereses a lo largo de la ultima década.
Sin embargo matizó que EE.UU. “mantiene fortalezas crediticias excepcionales, como el tamaño, la resiliencia y el dinamismo de su economía, así como el papel del dólar como moneda de reserva global”. De ahí que mejoró sus perspectivas, que antes veía negativa y ahora pasa a la categoría de estable.
La degradación se produce gracias a una deuda gubernamental que se acerca a la asombrosa cifra de 37 billones de dólares. Esta medida arroja más dudas sobre el estatus de una nación polarizada como el prestatario soberano de mayor calidad del mundo.
Solo faltaba Moody’s, por cuanto S&P Global Ratings y Ficth ya habían rebajado la economía estadounidense de la posición de la triple A.
Esta última muesca llega más de un año después de que Moody’s cambiará a negativa su perspectiva de Estados Unidos, cosa que ahora corrige. El déficit del presupuesto federal corre entorno a los dos billones anuales, más del 6% del producto interior bruto.
Los republicanos tratan en el Congreso de sacar adelante una legislación que podría añadir todavía más billones a ese déficit. La noticia de la rebaja llegó solo a las pocas horas de que un grupo de legisladores conservadores bloqueara el avance de un polémico plan de recortes fiscales impulsado por el presidente Donald Trump, que busca ampliar las exenciones fiscales de su primer mandato (2017-2021) e incluir nuevas rebajas. Esos congresista optaron por el bloqueo precisamente por el temor al incremento de la deuda.
“Las sucesivas administraciones y el Congreso de EE.UU. no han conseguido acordar medidas para revertir la tendencia de los grandes déficits fiscales anuales y los crecientes costos de interés”, remarcó Moody’s en su comunicado, que es una de las principales agencias de calificación.
Según su valoración, las propuestas que aún están bajo consideración no reducirán materialmente el gasto obligatorio ni los déficits. Así que prevé déficits más grandes en la próxima década y que los resultados fiscales se deterioren en comparación con otra deuda soberana de alta calificación.
“Si la ley de Recortes de Impuestos y Empleo de 2017 (de Trump) se extiende, que es nuestro escenario base, eso sumará unos cuatro billones de dólares al déficit fiscal federal primario (excluyendo pagos de intereses) en la próxima década”, advierte ese comunicado.
Aunque reconoce incertidumbre en las políticas y retos para los arreglos institucionales, la agencia se expresa optimista y considera que la separación de poderes entre las tres ramas del gobierno es relativamente insensible a los acontecimientos en un periodo corto. Y confía además en una Reserva Federal independiente, pese a las continuas presiones de Trump.
Este mismo viernes, un poco más tempranó, también se conoció que el sentimiento de los consumidores estadounidenses cayó al segundo nivel más bajo del que se tiene conocimiento, mientras las expectativas de inflación alcanzaron niveles altos.
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