El Gobierno quiere aprobar la quita de deuda en el 2025 pero Junts no tiene prisa

El Ministerio de Hacienda ha iniciado el trámite para intentar aprobar la conocida como ley de quita de parte de la deuda de las comunidades autónomas de régimen común, una de las medidas que ERC pactó con el PSOE para Catalunya a cambio de investir a Pedro Sánchez. Se trata de la asunción por parte del Estado de 83.252 millones que hasta ahora engrosan el endeudamiento autonómico por el uso del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) durante la crisis financiera. Pero para que la ley orgánica supere la tramitación parlamentaria es imprescindible el voto favorable de todos los socios de investidura, de Junts a Podemos, y no todos ellos lo tienen claro o tienen las mismas prisas por aprobarla.
El Gobierno quiere imprimir urgencia al proyecto de ley para tenerlo aprobado antes de que finalice el año. Hacienda ya ha publicado la necesaria consulta pública, que cerrará el día 30 de este mes. A partir de ese momento, el Ejecutivo deberá decidir cuándo lleva a Consejo de Ministros el anteproyecto de ley.
La amnistía tardó más de tres meses en ser aprobada; Junts afirma que la quita consolida el café para todosEl precedente en el que se fija el Gobierno para aprobar la quita de deuda es la ley de Amnistía. La norma pactada en el 2024 entre PSOE, Junts y ERC tardó algo más de tres meses en superar la tramitación parlamentaria. Pero la amnistía tuvo alguna particularidad que la diferencia de la ley de quita. En principio, todos los socios de investidura estaban a favor de la ley de perdón penal a los líderes del procés , algo que en este momento no se repite con la condonación del endeudamiento de los territorios. Compromís, por ejemplo, ya reclamó mejorar el trato a la Comunidad Valenciana.
La ley orgánica de Amnistía, además, se tramitó con procedimiento de urgencia, sin consultar al Consejo de Estado y otros organismos. El Gobierno quiere que la condonación de la deuda siga el mismo trámite rápido, pero esta decisión podría no estar justificada en esta ocasión, según advierten fuentes parlamentarias.
El deseo del Ejecutivo de aprobar este año la ley de quita podría descarrilar, ya que el PSOE no ha podido negociar previamente con los grupos que apoyaron la investidura y ha de arriesgarse a un complejo trámite en el Congreso.
La postura de Junts será decisiva para aprobar la condonación. Los posconvergentes no se opondrán, de inicio, a la ley de quita, ya que considera que es beneficiosa para Catalunya. No actuará, por tanto, en clave política, aunque se trate de un acuerdo promovido por sus rivales de ERC. Sin embargo, los de Puigdemont advierten que aplicarán la misma posición que en el resto de negociaciones: “Carpeta a carpeta”. Es decir, esperará al redactado de la ley, lo estudiará y tomará la decisión. La formación enfría las prisas y reclama paciencia: “No hay que correr”. El pasado febrero, la portavoz de Junts, Mònica Sales, ya lanzó un aviso al Gobierno, señalando que la condonación de la deuda para todas las comunidades autónomas “profundiza el déficit fiscal de Catalunya” y consolida el “café para todos”. Toca volver a negociar con ellos.
Junts ya propinó un varapalo al Gobierno al rechazar la senda de déficit para el 2025. A mediados del año pasado, Hacienda aún aspiraba a presentar los presupuestos del Estado. Hoy es una utopía.
La quita de deuda que plantea Hacienda sigue un procedimiento que arrojaría una condonación para Andalucía de 18.791 millones, para Catalunya de 17.104 millones y para la Comunidad Valenciana de 11.210 millones. Madrid, que no se acogió al FLA, recibiría una transferencia.
El PP boicoteó la quita de deuda abandonando el Consejo de Política Fiscal y Financiera de febrero, pero el Gobierno cree que existe una vía de agua en la unidad de los populares y aspira a que algún gobierno autonómico la acepte.
La falta de mayoría sólida provoca que algunas leyes lleven meses varadas en el Congreso. La ley de Industria, de Familias, de Defensa del cliente financiero… Si la quita de deuda se aprueba de forma exprés, sería la excepción, como lo fue la amnistía.
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