Efecto foco: Por qué los demás no te encuentran tan vergonzoso como crees

Maldita sea, lo he vuelto a soltar... ¿Qué piensan los demás de mí ahora? Probablemente te estén prestando mucha menos atención de la que crees. El efecto foco explica por qué.
Incluso años después, el recuerdo de un contratiempo vergonzoso o un error estúpido puede atormentarnos. De repente, la vergüenza resurge, y una situación de hace siglos nos avergüenza de nuevo. Esto no solo no nos ayuda en absoluto, sino que, además, solemos sobreestimar por completo la vergüenza que los demás realmente perciben como nosotros. Esto se debe al llamado efecto foco.
El efecto foco: ¡Qué vergüenza! ¡Probablemente todo el mundo me esté mirando a mí!El término inglés "spotlight" significa "luz" y pretende enfatizar que sentimos con mucha intensidad el foco de atención sobre nosotros mismos cuando hacemos algo supuestamente vergonzoso. Sin embargo, esto es un error, ya que los demás no suelen notarlo tanto cuando tropezamos, decimos algo incorrecto o nos derramamos helado encima.
En nuestra mente, somos el centro de atención, pero en realidad, sobreestimamos la atención que nuestro entorno nos presta y nos observa. Como la mayoría de las personas se preocupan más por sí mismas, podrían notar una pequeña mancha en nuestra blusa o que hemos cometido un error, pero no les parece tan grave como a nosotros.
La mayoría de las personas están más preocupadas por sí mismas que por los demás.El efecto foco es un ejemplo de sesgo cognitivo. Nuestra visión del mundo, nuestras experiencias personales y muchos otros factores subjetivos a menudo nos hacen considerarnos más importantes de lo que somos, o mejor dicho, de lo que los demás creen. Dado que esto no solo aplica a nosotros, sino también a la mayoría de las personas que nos rodean, muchos se preocupan principalmente por sí mismos y prestan mucha menos atención a los errores de los demás de lo que solemos pensar.
Claro que esto no aplica a todos por igual. Hay personas que generalmente perciben mejor su entorno que otras, o son más empáticas y, por lo tanto, más capaces de empatizar con los demás. Pero, fundamentalmente, la mayoría de las personas se consideran más importantes —es decir, se centran más en sí mismas— que los demás.

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El efecto foco se ha demostrado en varios estudios. Por ejemplo, en un estudio del año 2000, los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos. A un grupo se le pidió que usara una camiseta con un motivo "vergonzoso", concretamente una foto del cantante Barry Manilow, cuyos mayores éxitos se produjeron principalmente en las décadas de 1970 y 1980. El otro grupo llevaba una camiseta con la imagen del cantante de reggae Bob Marley, el líder de los derechos civiles Martin Luther King o el comediante Jerry Seinfeld, personas consideradas "más geniales" que Barry Manilow, especialmente en el momento del estudio. El resultado: Solo una cuarta parte de los participantes notó la camiseta "vergonzosa" o "genial" de los participantes del estudio. Esta cifra fue significativamente menor de lo que temían los participantes, especialmente aquellos que llevaban la desagradable camiseta de Barry Manilow.
Otro estudio de 2007 confirmó el efecto foco, particularmente en relación con la ansiedad social, un trastorno mental en el que las personas afectadas se preocupan intensamente por lo que los demás piensan de ellas y cómo las juzgan. Para el estudio, se asignó a los participantes una tarea de memoria en la que se les pidió que recordaran cosas. Los investigadores informaron a la mitad de los participantes que la conversación estaba siendo grabada; a la otra mitad, no. Finalmente, quienes creían que el ejercicio estaba siendo grabado en video se sintieron significativamente más avergonzados e inseguros que quienes no lo creían.
Ambos estudios destacan nuestra frecuente dependencia de las opiniones y juicios de los demás, y cómo sobreestimamos cuánto les importamos realmente. Tener esto en cuenta puede ayudarte a lidiar con la ansiedad social y la vergüenza intensa. Porque si te vuelves loco pensando que la otra persona solo está mirando la mancha de helado en tu blusa, es mucho más probable que esté preocupada por algo completamente distinto, algo que le resulta increíblemente vergonzoso.
Brigitte
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