Cifras de la Copa América mientras el equipo más grande se retira

Por primera vez en 175 años, no habrá un barco estadounidense persiguiendo al Viejo Jarro.
El American Magic del New York Yacht Club se ha retirado de la Copa América de 2027 en Nápoles, alegando una estructura insostenible y un formato que, en sus palabras, ya no permite una campaña viable desde el punto de vista financiero o competitivo.
Para un país que forjó la leyenda de la Copa, esa es una admisión asombrosa y una advertencia de que el trofeo deportivo más antiguo del mundo podría estar perdiendo su brillo.
El problema no es la pasión, sino el precio. Formar un equipo competitivo para la Copa América ahora cuesta más de 200 millones de dólares si se suman el diseño del barco, el análisis de datos, los viajes, la tripulación y las pruebas.
La “reforma” de 2027, la llamada Alianza de la Copa América, que pretendía hacer del evento un evento más comercial y colaborativo, solo ha generado más confusión. En lugar del antiguo modelo de “el ganador se lo lleva todo”, el control se divide entre el defensor (Team New Zealand), el retador oficial y el resto de la flota.
Sobre el papel, distribuye el riesgo. En la práctica, diluye la rendición de cuentas y añade burocracia. Los patrocinadores se preguntan quién está realmente al mando.

La salida de American Magic no es un caso aislado. El equipo británico INEOS Britannia también se ha retirado en medio de una reestructuración interna, mientras que Alinghi, de Red Bull, ha cuestionado públicamente el modelo financiero. Todo apunta a que esta competición se está alejando de lo que la hizo grande en su día: el orgullo nacional, un liderazgo singular y la embriagadora apuesta de jugárselo todo a una carta para ganar.
Hoy en día, la Copa se parece más a una reunión de junta directiva corporativa con velas.
Mientras tanto, SailGP ha acaparado la atención. Cofundada por Larry Ellison y Russell Coutts, ofrece todo lo que la Copa solía ofrecer: velocidad, rivalidad y orgullo nacional, pero sin la política.
Los barcos son idénticos, las regatas son frenéticas y la audiencia crece a pasos agigantados. Con el respaldo de famosos como Hugh Jackman y Ryan Reynolds, SailGP ha convertido la vela en un espectáculo global que realmente merece la pena ver.
El equipo neozelandés sigue construyendo los barcos más rápidos del mundo, pero el dominio genera apatía. La Copa América debería inspirar a las naciones, no arruinarlas.
Hasta que la estructura cambie, es de esperar que más multimillonarios se retiren discretamente. El deporte ha evolucionado. La Copa no.
dmarge




