Crean memoria de computadora alimentada por hongos

Este innovador sistema utiliza elementos de circuito de inspiración natural, llamados memristores, que se utilizan para almacenar información. El resultado es una tecnología con un rendimiento similar al de los chips de silicio, pero significativamente más rentable, escalable y ecológica.
El desarrollo de computadoras similares a cerebros requiere no solo potencia de procesamiento, sino también puntos de conexión similares a las sinapsis cerebrales. Los memristores son componentes que transmiten información y pueden "recordar" estados eléctricos previos, de forma similar a las sinapsis entre neuronas.
¿POR QUÉ SE ELIGIERON ESTOS HONGOS?Los investigadores se dieron cuenta de que las redes miceliales son similares a las redes neuronales tanto en estructura como en función. Los hongos transmiten información mediante señales eléctricas y químicas, lo que los convierte en candidatos naturales para la computación biológica. Sin embargo, los científicos tuvieron que diseñar estas estructuras para que fueran funcionales.
Se eligieron hongos shiitake para el estudio por su robustez y resistencia a factores ambientales estresantes como la radiación. Los investigadores cultivaron nueve muestras en placas de Petri con esporas de hongos. Una vez que el micelio creció lo suficiente, las muestras se secaron a la luz solar directa y se probaron con corriente eléctrica conectándolas al circuito.
TASA DE PRECISIÓN DEL 90 POR CIENTO"Distintos puntos del corcho muestran diferentes propiedades eléctricas", dijo el investigador LaRocco, señalando que se lograron diferentes resultados conectando cables eléctricos y sondas a varios puntos.

Según los resultados, este sistema, denominado "mushristor", operaba a 5850 hercios por segundo, alcanzando una precisión de aproximadamente el 90 %. Si bien esta velocidad es aproximadamente la mitad de la de los memristores comerciales, representa un inicio muy prometedor para un componente de base biológica.
El rendimiento del circuito de hongos disminuyó a medida que aumentaba el voltaje durante el experimento, pero los investigadores pudieron compensar esta disminución agregando más hongos al circuito.
Si bien la investigación puede no permitirnos mantener nuestros hábitos de redes sociales con computadoras fúngicas en el corto plazo, sí abre un camino emocionante para componentes informáticos biológicos, baratos y reciclables en el futuro.
Todo lo necesario para la computación basada en hongos puede realizarse en un sistema tan simple como una pila de compost o tan grande como una fábrica de cultivos. El futuro de la computación podría estar en los hongos, afirma LaRocco.
SÖZCÜ




